Un Búho Real y un Águila Culebrera, dos especies protegidas de rapaces, han aparecido electrocutados en la Rodana, en término de Benifairó de les Valls. Con éste ya son dos los «Bubo bubos» que han fallecido bajo las mismas circunstancias en menos de tres meses, en dos torres de media tensión de la misma zona, lo que convierten a ésta en un «punto negro» de la comarca, según lamentaban desde Acció Ecologista Agró.

Estas torres están situadas en un punto excelente para las rapaces. En la Rodana, en plena montaña, rodeadas de naturaleza y con mucha visibilidad, lo que permite a las aves ver con claridad a sus presas para lanzarse a su caza, afirmaban los ecologistas. El problema reside cuando se posan con sus garras en las torres, extienden sus alas y éstas hacen contacto, provocando una descarga que les lleva a la muerte. Una situación que sufren solo las rapaces de gran envergadura dadas las dimensiones de sus alas, que alcanzan más de un metro de longitud, lo que las hace tropezar con la estructura eléctrica al posarse en estos oteaderos.

Estos accidentes «vienen ocurriendo demasiadas veces en la comarca», explicaban desde Agró, asociación que considera el índice de mortandad de rapaces por electrocución «demasiado alto», por lo que pide a Iberdrola medidas preventivas. «Sabemos que cuando ocurre algo así, la empresa actúa instalando medidas correctoras, pero ésta no es la solución. Ésta pasa por prevenir este tipo de accidentes». El experto en avifauna, Ángel Bereje, solicitaba a la multinacional la instalación de «posaderos recubiertos de goma» en las torres de media tensión más utilizadas por las rapaces, las que se sitúan en puntos estratégicos para ellas. Es decir, en las situadas en «zonas de trampeo o de paso de las aves migratorias», según el portavoz de Agró, Enric Amer.

En los últimos 3 años de seguimiento han perecido unas 12 especies diferentes, todas ellas protegidas, en distintos lugares de la comarca como el camí del Tabalet, els Estanys d'Almenara, o en el barranco de la Catalana (zona del Pinyal). De éstas 12 aves electrocutadas, cinco han sido búhos reales. En este último caso, las rapaces aparecían en la Rodana-Mina d' algeps, en Benifairó, en una zona colindante al término de Sagunt. Las aves eran encontradas por un vecino de Les Valls, miembro de Agró, quien informó de lo sucedido al agente medioambiental destinado en la zona, «quien respondió de una manera muy profesional, acudiendo al lugar del suceso, levantando denuncia y acta de lo sucedido», explicaba el vecino. Además, el agente procedió a la retirada de los cadáveres para su posterior necropsia.

Aunque por ahora las aves que han aparecido electrocutadas están protegidas, desde Agró se teme que la falta de medidas preventivas en las torres eléctricas puedan afectar a otras especies amenazas como es el Águila Perdicera.

Carta a Iberdrola

Acció Ecologista Agró se reunía ayer para tratar la mortandad de aves por electrocución. La entidad adelantaba a Levante-EMV que trasladaría a Iberdrola el malestar por la muerte de otras dos rapaces y su intención de remitir a la empresa el número de la torre eléctrica para que «tenga a bien instalar posaderos que eviten más muertes en la zona», añadían.

Desde Iberdrola se señaba que «la compañía no solo actúa en estos casos de forma reactiva ya que desde hace un par de años está desarrollando, con conocimiento de la administración pública competente, un plan de actuación en las zonas más sensibles de paso de aves para incluir medidas preventivas de protección de avifauna en toda la Comunitat Valenciana, incluyendo actuaciones en el Camp de Morvedre», afirmaban a preguntas de este diario.