Las empresas han ido adaptando sus protocolos de seguridad y salud de forma mucho más intensa y rápida de lo que se les ha pedido, han cuidado a su gente, se han adaptado a las circunstancias, produciendo mucho más, parando por completo, quedándose con servicios mínimos o implementando equipos de trabajo rotativos con los que cubrir los servicios necesarios protegiendo a los trabajadores.

Por actividad empresarial hay muy pocos contagios y esto es consecuencia precisamente de ese cuidado de las personas en su puesto de trabajo y el haber favorecido el teletrabajo y los turnos alternos, también velando por la conciliación, que en este momento es tan necesaria.

Hemos estado conectados con nuestras asesorías/gestorías innumerables horas, a cualquier hora, en fin de semana, hemos leído las continuas publicaciones en el BOE, hemos estado pendientes de las noticias, conectados a nuestros servicios de prevención y adaptando métodos de trabajo. Trabajando sin trabajar, realizando planes de futuro en un entorno de total incertidumbre. Adaptándonos rápidamente y en silencio. Todo con un mismo objetivo: que tras la crisis sanitaria, nuestras empresas puedan seguir existiendo, generando riqueza y puestos de trabajo.

Además en este período las empresas han sido solidarias, han donado mascarillas, pantallas, flores, dulces, alimentos, cantidades económicas€han estado, como siempre, presentes en la sociedad. Cuando se relajen las medidas de confinamiento, las empresas de todos los sectores debemos poder subsistir y para que esto ocurra es necesario conocer la realidad de cada sector.

Tenemos un entorno en el que coexisten actividades de todo tipo, esenciales y no esenciales, además de muy distintas sensibilidades, y tamaños, esta es una de nuestras fortalezas. Todas importantes. Para conocer estas sensibilidades hay que realizar una escucha activa, nos va a hacer falta ayuda de las administraciones, y no poca. La mano va a tener que ser grande y va a tener que estar tendida durante bastante tiempo, y no se puede centrar en determinados sectores y tamaños, de esta debemos salir todos. Lamentablemente, sólo estamos al principio de la tormenta.

Las empresas mueren por la caja, no por el balance. Si no hay ventas, no entra dinero en la caja. Salidas de caja son todos los gastos: mercancías, transporte, alquileres, electricidad, agua, salarios, impuestos€ Los expertos auguran que la recuperación va a ser en U, no en V, por lo que se va a necesitar financiación para entre dos y cuatro años. Hay empresas que ya tienen la financiación oportuna solicitada y concedida, pero otras muchas no. Se necesitan créditos más ágiles, sin tanta burocracia. Se necesitan que las tasas e impuestos sean proporcionados y justos. Se necesita que licencias y otros trámites con la administración sean más ágiles para que las nuevas iniciativas de emprendedores y empresas comiencen a generar economía y puestos de trabajo cuanto antes.

Esta pandemia ha afectado a todos los sectores, no como en la anterior crisis. Por lo que "se ha puesto a 0 el contador" y la colaboración público-privada es más necesaria que nunca para salir cuanto antes, con fuerza y poner al Camp del Morvedre en cabeza. Los empresarios estamos "preparados, listos y dispuestos".