en busca de apoyo. Los trabajadores de Pilkington no solo siguen dispuestos a ir a la huelga el día 22, como abordaron ayer en asamblea. También iniciarán una ronda de contactos a nivel institucional y político para defender la continuidad de la planta y descartar los planes de la empresa que, a su juicio, ponen en peligro no solo la línea de laminado sino toda la factoría y sus 400 empleos.