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Barranc dels Tarongers

Una preciosa ruta circular entre Ontinyent y Bocairent permite disfrutar de naturaleza, patrimonio olvidado, vistas y gastronomía.

Fábricas antiguas junto al molino Pep Joan. | A.P.I.

Cogemos la carretera CV-655 de Ontinyent a Bocairent y, pasado el Pou Clar, detrás de la primera curva está la entrada. Aparcamos el vehículo en el aparcamiento situado junto la entrada del pozo que coge el nombre del Barranc dels Tarongers, el cual suministra el agua a gran parte de la población de Ontinyent. En la misma entrada al barranco hay un panel con el itinerario a recorrer.

Es una ruta algo larga para pasar el día y visitar Bocairent al mismo tiempo. Con una distancia de 12 kilómetros y un desnivel positivo de 700 metros, se recomienda hacerla en primavera u otoño ya que no dispone de mucha sombra.

La ermita Santo Cristo de Bocairent. | A.PERALES IBORRA

Un panel da inicio a la ruta y unos 200 metros más adelante se encuentra el pozo, donde cogemos la pista. Otros 300 más adelante nos desviamos a la derecha dejando a la izquierda la Casa de Patirás y seguimos la senda junto el cauce hasta llegar a las ruinas del Molino Luna donde cruzaremos el barranco, con restos de fábricas y molinos de la época a su alrededor. A continuación, llegaremos a una torre de alta tensión y avistaremos al fondo la antigua ‘fábrica de Benito’ cruzando de nuevo el cauce.

Seguiremos por la parte izquierda del barranco hasta llegar al ‘molino Pep Joan’, con una noria de grandes dimensiones junto la estructura del mismo, que todavía resiste el paso del tiempo y las inclemencias meteorológicas. Poco a poco y siempre siguiendo la senda vamos subiendo y veremos a lo lejos la ermita del Santo Cristo de Bocairent por la que pasaremos más adelante, a la vuelta.

Vista de Bocairent desde la senda. | A.P.I. POR AGUSTÍ PERALES IBORRA

Una vez llegamos a lo alto disfrutaremos de un tramo excavado en la roca de una antigua calzada romana. Siguiendo el camino llegaremos al Alto de la Massarra y, a continuación, bajando unos escalones llegamos a la ermita de Sant Antoni Abad, ya en el término de Bocairent.

Antes de entrar en el municipio llegamos a un lavadero donde podemos descansar si lo necesitamos. Siguiendo la ruta llegamos al Pont de Darrere de la Vila donde tenemos unas espectaculares vistas del casco antiguo. Cogemos el puente para seguir por la ruta Mágica. Callejeando entramos en el pueblo y en la plaza del ayuntamiento, lugar donde hay varios bares y cafeterías para almorzar o comer y así visitar el barrio medieval.

Señalética de la ruta. | A.P.I. POR AGUSTÍ PERALES IBORRA

Una vez descansados, salimos en dirección al calvario y pasamos por el puente que lleva su nombre construido en 1720. Tras llegar al calvario mediante una empinada cuesta, tendremos unas maravillosas vistas del casco viejo con el campanario de la iglesia de la Asunción, construida sobre una antiguo castillo árabe y consagrada en 1516

Arriba también llegamos a la ermita del Santo Cristo. Construida en el siglo XVI fue un antiguo convento y ahora nos ofrece un magnífico descanso tras el esfuerzo realizado. Bordeamos la ermita por la parte izquierda y seguimos avanzando por la senda que nos conduce a la cruz Carlista en honor a las 62 víctimas de la tercera guerra carlista que finalizo el 22 de diciembre de 1873.

dels TARONGERS POR AGUSTÍ PERALES IBORRA

Sin abandonar el sendero, pasamos por la cueva de la beata Piedad de la Cruz beatificada por Juan Pablo II y por el Alt del Quincaller, el punto más alto, desde donde ya solo nos cabe bajar un camino infinito que parece no tener fin. Pero lo tiene, y a los 30 minutos encontramos una bifurcación que nos indica el camino a la derecha que nos conduce al Barranc de la Penya Roja. Tras un largo descenso con cuidado por la piedra suelta para no resbalar, abandonaremos las paredes rojizas que nos han acompañado todo el trayecto y llegaremos de nuevo al punto de inicio de la ruta, en el pozo del Barranc dels Tarongers.

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