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TÚ Y YO SOMOS TRES

La crítica de Monegal: Yolanda, Pedro, y esa fusión llamada 'Sr. Abascal Feijóo'

En este debate, cuando Díaz y Sánchez se referían al tercer debatiente, usaban el "usted", y además se dirigían a él –sobre todo Yolanda Díaz– como "señor Abascal Feijóo"

Abascal, Díaz y Sánchez (‘Debate’, TVE).

Había transcurrido ya más de una hora del llamado ‘Debate final’ (TVE) , cuando el moderador Xabier Fortes advirtió de pronto, con una retranca muy sabrosa: "Si me permiten, parece claro que en el bloque de la izquierda se entienden. Se llaman por el nombre de pila, Yolanda y Pedro. Cuando se refieren al señor Abascal le llaman por el apellido. No podemos conocer qué pasaría si estuviera el señor Núñez Feijóo".

¡Ah! Qué pincelada más iridiscente la del moderador Fortes. Efectivamente. Entre Yolanda Díaz y Pedro Sánchez floreció un cordial tuteo. El tuteo es complicidad. Contó Pablo Iglesias tiempo atrás, en un debate videograbado, en la SER, que cuando conoció a Felipe VI le preguntó: "¿De tú o de usted?". Y añadió: "Fue muy majo. El Rey me dijo enseguida: ‘¡De tú, de tú!". ¡Ah! El Rey en esa ocasión condescendió, por si las moscas.

En este debate, cuando Díaz y Sánchez se referían al tercer debatiente, usaban el "usted", y además se dirigían a él –sobre todo Yolanda Díaz– como "señor Abascal Feijóo". El 'ustedeo' en este caso no era por respeto, era para explicitar lejanía. Distancia de seguridad. Hábil estrategia. Se la sirvió en bandeja el propio Feijóo, al negarse a comparecer ante la ciudadanía. No desaprovecharon ni Yolanda Díaz ni Pedro Sánchez la ocasión. Haciendo un ejercicio de imaginación activa fusionaron en el tercer atril a dos criaturas. Como si se hubiera producido una síntesis política. Crearon virtualmente una nueva entidad: "el señor Abascal Feijóo". O sea, ocurrió lo que Feijóo pretendía evitar a toda costa.

El líder del PP acaba de anunciar que en cuanto sea presidente prohibirá convocatorias electorales en julio y en agosto. Debería añadir otra medida: que todo el que aspire a ser presidente de Gobierno está obligado a presentarse a los debates, sobre todo los que plantea la gran televisión pública del país. Horas antes, cuando en TVE construían el plató, se había especulado con que colocarían un cuarto atril, vacío, para resaltar esa no comparecencia del candidato del PP. Televisivamente hablando habría sido un golpe original. Escénicamente, novedoso. Al final se descartó. Pero ahí brotó, de improviso, el atril con dos criaturas en una. A mi juicio ha sido una interesante aportación al funambulismo político. Feijóo, sin querer estar, estuvo. Como dicen en Francia: ‘malgré lui’.

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