Pasapalabra de Campeones ha batido todos los récords de audiencia con su gran final, emitida el sábado 20 de enero a las diez de la noche, con la que Antena 3 arrasó a todos los rivales de la parrilla televisiva.

Pero el programa no sólo sirvió para que millones de personas permanecieran atentas a la pequeña pantalla esa noche, sino para ver por fin cómo Orestes Barbero, el concursante que más tiempo ha estado en Pasapalabra, ganaba por fin el bote. Sin embargo, y para sorpresa de todo el mundo, una decisión de última hora le arrebatará una buena parte del premio.

Una victoria por muerte súbita en Pasapalabra

Orestes Barbero, quien en marzo pasado se quedó sin el gran bote de Pasapalabra al ganarlo su eterno rival, Rafa Castaño, era a todas luces una de las grandes estrellas del programa especial de este mítico concurso de Antena 3.

El de Burgos es, sin duda, uno de los concursantes más queridos por el público, no sólo por su inmensa sabiduría, sino por su humildad y por su discreción. Son muchos los espectadores que formaban el grupo de apoyo a Orestes cuando éste concursaba de forma regular en Pasapalabra. Sus seguidores, dolidos por la forma en la que Orestes perdió el bote, llegaron a hablar incluso de "tongo" a favor de Rafa Castaño.

En la actualidad, Orestes forma parte del grupo de sabios en el programa de TVE El Cazador, donde ha firmado actuaciones extraordinarias dando caza a los aspirantes a llevarse el premio. Sin embargo, no podía dejar de aceptar la invitación a participar en una edición especial de campeones en Pasapalabra, el espacio que le dio a conocer en toda España.

Luis de Lama y Orestes Barbero, en la muerte súbita para ganar el bote de Pasapalabra de Campeones. A3

Así que Orestes aceptó y durante las últimas semanas se ha enfrentado a otros concursantes míticos como Pablo Díaz o Luis de Lama. Fue este último quien, contra todo pronóstico, se alzó con la victoria en la semifinal y, por tanto, era el encargado de disputarse el bote con Orestes. ¿El premio? Un bote especial de 25.000 euros que, sí o sí, debía repartirse, aunque ninguno de los dos jugadores llegara a completar correctamente el rosco. Y eso fue precisamente lo que sucedió el sábado 20 de enero, día de la gran final de Pasapalabra de Campeones.

Ambos concursantes empezaron muy igualados y con actuaciones casi idénticas. Un primer error de Orestes parecía escorar la balanza hacia Luis de Lama, pero faltaba aún por decir la última palabra. Y es que Luis acabó cometiendo también un fallo, algo que igualaba a ambos aspirantes en sus posibilidades para llevarse el bote de Pasapalabra.

Un acierto que Orestes casi se sacó de la manga acabó de empatarlos por completo. Tiempo finalizado y ningún ganador claro para entregarle el bote. Así las cosas, la organización del programa optó por una muerte súbita. Fue con la letra R y, nada más empezar, Luis de Lama falló su oportunidad. Le tocaba el turno a Orestes. En cuanto su rival escuchó la definición, sonrió sabiendo que el de Burgos iba a contestar con corrección. Y así fue.

Lo nunca visto en el bote de Pasapalabra

La victoria era para Orestes. El confeti caía sin cesar y Orestes sonreía pero no parecía especialmente contento. Algo le pasaba. Después de abrazarse y felicitarse con Luis de Lama, el presentador, Roberto Leal, se acercó para darle la enhorabuena y le preguntó. "¿Qué ocurre Orestes?" Y el de Burgos habló claro: "Ha sido un empate completamente técnico", describió

Y, entonces, dio a conocer su decisión de última hora. Porque, para Orestes, su victoria había sido "más accidental" que otra cosa, cualquiera de los dos podría haber ganado y, a su juicio, él se llevaba el bote no precisamente "por justicia del mérito". Así que, como quiere "mucho a Luis", tal y como él mismo afirmó, optó por proponerle algo nunca visto en Pasapalabra: entregarle la mitad del bote que acababa de ganar.

Orestes y Luis de Lama, con Roberto Leal, después de que el primero ganase el bote de Pasapalabra de Campeones. A3

" Creo que sería un resultado redondo para los dos porque es un empate en toda regla. Espero que lo aceptes", le pidió Orestes a Luis de Lama ante el asombro absoluto de éste. Roberto Leal, allí presente, tampoco salía de su estupefacción y sólo acertó a decir que el bote de Pasapalabra era de Orestes y que, si él quería dárselo a Luis, era su decisión. Pero como Orestes estaba convencido de hacerlo y, de hecho, aseguro que se quedaba "más tranquilo" si era así porque "ambos lo habían merecido" y no había un ganador claro, el de Burgos perderá la mitad del premio en favor de su rival.