Síguenos en redes sociales:

Crítica

La autoestima

Los concursos que pueblan las pantallas, de toda clase y condición...

La autoestimaTelecinco

Qué daño está haciendo a este país la autoestima. Lo dice Joaquín Sabina. Yo también lo creo. Los concursos que pueblan las pantallas, de toda clase y condición, de los que aspiran a cantar, o de los que se encierran para exhibirse porque sí en casas que hieden a perro muerto, a idea frita y achicharrada.

Cuántas veces hemos oído a un cretino decir que en su puta vida, por ejemplo, ha leído un libro, que él es así, que no piensa cambiar, y ha recibido un montón de mensajes de apoyo en los que le animaban a eso, a «sigue así, no cambies nunca». ¿Que no cambie nunca un penco que sólo tiene la barriga hecha tabletas pero la cabeza le funciona con el culo?

Cuando veo a esos chiquillos que apenas tienen 12 o 13 años cantando en Got talent, o en La voz kids, o en cualquier otra infamia repetir como papagayos que el premio es estar ahí, y que van a darlo todo, y que ellos son así, se me eriza el pelo, y pienso, otra vez, en lo mal que lo estamos haciendo.

Qué daño está haciendo a este país la autoestima. Como eres así, pues nada, te quieres como a nadie, y está bien, pero esa ceguera impide que veamos nuestras carencias. A las redes salta de vez en cuando una frase-idea que no deja de ser un retrato feroz de nuestra sociedad. En una pizarra, de las que hay a la puerta de los bares y restaurantes de menú, se lee esta frase, «no olvides nunca que sabes leer y escribir gracias a los maestros, no a los futbolistas», dice la sentencia.

Cambiemos futbolistas por figuras de la canción ligera, o peor, por referentes salidos de concursos como Gran Hermano o de encharcados platós como el de Mujeres, hombres y otros berzas, donde todos, pero todos, tienen la autoestima cerca de Plutón. Un Nobel de Medicina no la tiene así.

Pulsa para ver más contenido para ti