El enoturismo sigue siendo, dos décadas después de su eclosión en España, la verdadera asignatura pendiente para el sector vinícola, que no termina de potenciar su comunicación y promoción pese a la importancia que tiene como línea de negocio.

Esa es la principal conclusión que se extrae del informe que ha realizado la consultora Castro Galiana a raíz de la celebración del noveno Congreso Nacional de Enoturismo, celebrado recientemente en Madrid y organizado por la escuela de negocios Aliter. En la convención, Rafael del Rey, director del Observatorio Español del Mercado del Vino, ya advirtió de que el turismo enológico exige al sector una fuerte profesionalización, fuera del vino, apuntando la necesidad de avanzar en ese camino para abrir nuevas alternativas de negocio.

La consultora ha analizado las informaciones y contenidos publicados en los medios de comunicación durante los últimos meses en los que se hace referencia a cada una de las 137 denominaciones de origen y 1.529 bodegas que suelen tener presencia significativa en los medios.

Si se considera el criterio de la Asociación de Directivos de la Comunicación de España (DIRCOM), que estima que siete de cada diez informaciones publicadas por los medios sobre las compañías son generadas por los propios departamentos de comunicación, la temática del enoturismo tiene una escasa repercusión, pues apenas ocupa el diez por ciento del total de informaciones que se difunden sobre el sector vitivinícola.

Las referencias a las marcas de vino, normalmente en formato de crítica enológica, ocupan casi el 40% del total de la información difundida; los contenidos empresariales del sector, copan el 28%; la promoción del vino en certámenes y ferias, el 8%; y los premios, puntuaciones y guías, el 5%, entre otras temáticas menores.