Clos de Lôm es una de las bodegas que mejor representan la tradición vitivinícola de la DOP Valencia. Aunque  la tradición vitivinícola de la familia Serratosa-Caturla se remonta a hace casi dos siglos, cuando en 1836 uno de sus antepasados adquirió una finca agrícola en el corazón del Clariano, no ha sido hasta hace poco menos de una década cuando la actual generación familiar decidiese embotellar el fruto de las mejores parcelas de una extensa finca con casi trescientas hectáreas de viñedo.

Paisaje de Fontanar dels Alforins. ED

Todos sus vinos

Bajo la dirección técnica del enólogo Pablo Ossorio, Clos de Lôm ha creado joyas enológicas que han irrumpido con fuerza en un sector, el del vino, en el que cada vez es más complicado tener notoriedad. Sus primeros vinos fueron toda una declaración de intenciones, cuatro vinos de finca monovarietales elaborados con las uvas más arraigadas en la zona:

  • Clos de Lôm Malvasía es un vino hecho con uvas de ésta variedad mediterránea que destaca por su finura, acidez y dulzor equilibrado. Un vino de alta intensidad aromática gracias a una cuidada crianza con lías en suspensión.
  • Clos de Lôm Monastrell Rosado es un vino de estilo afrancesado hecho con las uvas de los viñedos más viejos de la finca, lo que incide en una tipicidad bien definida, con una complejidad aromática poco común en los vinos de este tipo.
  • Clos de Lôm Tempranillo representa el legado de los propietarios, ya que se elabora con varietal que ya introdujeron en la zona los antepasados de la familia y con la que Ossorio ha creado uno de los monovarietales de esta uva más interesantes de los últimos años.
  • Clos de Lôm Garnacha es la otra apuesta por las variedades mediterráneas, un tinto joven largo y solvente, muy complejo en aromas y con un tacto en boca especialmente untuoso.

El Clos de Lôm Garnacha. ED

Esa primera añada supuso un éxito sin precedentes para la compañía. Más allá de la gran aceptación que tuvieron entre los consumidores, los Clos de Lôm inscribieron su nombre en el palmarés de los principales concursos de todo el mundo, como es el caso del blanco, que en 2019 obtuvo entre otros reconocimientos las medallas de oro en los concursos internacionales Bacchus, Mundus Vini, Challenge International de Burdeos y Asia Wine Trophy. A fecha de hoy, prescriptores de la talla de Tim Atkin o Sarah Jane Evans han puesto el foco en esta colección, calificando como sobresaliente a los monovarietales de Malvasía, Tempranillo y Monastrell.

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Pero si hay un vino de Clos de Lôm que resume la esencia de la finca es Isidra, hasta el momento el buque insignia de la bodega, un vino que representa un homenaje a las mujeres de esta saga familiar que desde hace más de dos siglos miman los viñedos de la propiedad. Isidra se elabora con uvas de Garnacha y Tempranillo, y sus doce meses de crianza en barricas de roble imprimen carácter y personalidad a un tinto que mantiene su perfil frutal y un extraordinario volumen en boca. 

El coupage de este vino es de un 85% de garnacha y un 15% de tempranillo logrando así unir en un mismo vino la gran intensidad aromática por la que se caracteriza la Garnacha con el equilibrio entre cuerpo y acidez que muestra el Tempranillo. Presenta un color rojo intenso y muy brillante y destaca por su acidez y persistencia, consigue una combinación perfecta entre la fruta roja madura y la madera nueva. Además, es el idóneo para maridar con carnes rojas, guisos y quesos curados.