¿Qué tiene que ver el hecho de que cuatro españoles (una gallega, un vasco y dos andaluces) se encuentren entre los 28 ganadores de la convocatoria 2011 del prestigioso Instituto Médico Howard Hughes (en EE UU), con que varias asambleas de barrio del Movimiento 15M de Valencia estén convocando al montaje de paraetas ciudadanas a favor de la educación, la justicia, el trabajo y la dignidad, contra las paraetas insensatas del Circuito Urbano de Fórmula 1 (CUF1), la incompetencia, el despilfarro y la corrupción del Gobierno valenciano, el 11 de febrero en la Avenida del Puerto?

¿Y Justo Nieto, exrector de la Universidad Politécnica, exconseller de Empresa, Universidad y Ciencia de la Generalitat Valenciana y presidente de la Fundación Globalidad y Microeconomía, con Bernie Ecclestone, magnate y dueño de la Fórmula 1?

Pues nada, si nos atenemos a la mecánica respuesta que suelen ofrecer la pobreza, pereza o rigidez mental de tantas personas que se podrían llamar neo-nadaístas; o mucho, si se sigue al investigador y escritor catalán Jorge Wagensberg cuando dice que "buscar lo diferente es observar; buscar lo común es comprender. Encontrar detalles diferentes es reunir datos, encontrar esencias comunes es crear conocimiento".

Para ilustrar el escenario de la búsqueda y encuentro que propongo a los lectores de LEVANTE-EMV, cabe decir que a la mencionada convocatoria aplicaron 760 investigadores de centros de más de 18 países y que, además de los méritos de José Luis García-Pérez, Óscar Fernández-Capetillo, Simón Méndez-Ferrer y Rocío Sotillo (quienes podrán disponer de 500.000 euros en las líneas de investigación que decidan durante 5 años), este importante logro es un indicador de la solidez de los institutos a los que pertenecen y del camino más seguro (aunque no sea el más rápido) para salir de la crisis y abordar la postcrisis: la Investigación, el Desarrollo y la Innovación (I+D+I) y el impulso a las relaciones entre la Universidad, la Empresa, el Estado y la Sociedad (UEES).

Además de los centros nacionales de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) e Investigaciones Oncológicas (CNIO), los investigadores españoles premiados trabajan en el Centro Pfizer-Universidad de Granada-Junta de Andalucía de Genómica e Investigación Oncológica (GENYO) y en el Laboratorio Europeo de Biología Molecular ubicado en Monterotondo, Roma (Italia). Otros dos investigadores (el portugués Pedro Carvalho y el ruso Fyodor Kondrashov) están vinculados al Centro de Regulación Genómica (CRG) de Barcelona.

Y para completar el panorama de los enlaces que responden con solvencia a las preguntas iniciales, baste decir que entre el hecho de que ningún valenciano figure entre los investigadores o centros reconocidos por el HHMI, y el cordón sanitario establecido por el presidente Mariano Rajoy ante los políticos del PP valenciano (no contando con ninguno en el gobierno ni siquiera a nivel de secretarías generales), hay mucha más interrelación de la que podrían observar los neo-nadaístas que confronta Wagensberg. Veamos:

El CUF1 es el paradigma más ruidoso (literalmente) del ruinoso modelo de desarrollo iniciado por el presidente Zaplana (1996-2003), basado en la especulación -ladrillo puro y duro, sin innovación y a costa de arrasar con el territorio- y en los eventos de barquitos, cochecitos y caballitos, con su Terra Mítica financiada por la CAM (inicio de la quiebra del sistema financiero valenciano); modelo que es profundizado por el presidente Camps (2003-2011) con la apoteosis del paseo en el Ferrari azul con la alcaldesa Barberá en el Circuito de Cheste, que de patético puede pasar a objeto penal…

Pero entre septiembre de 2004 y junio de 2007 hubo un paréntesis en esta fatal deriva, cuyos alcances no fueron percibidos entonces por la mayoría de los valencianos, pero que hoy han adquirido inusitada nitidez por los estragos de la crisis que golpea a nuestra Comunidad con mayor crudeza que a otra regiones, y que hechos como los premios del HHMI ponen en dolorosa evidencia:

Me refiero a la Consellería de Empresa, Universidad y Ciencia presidida por Justo Nieto y puesta en marcha como pionera experiencia en España (junto con proyectos similares en Andalucía y Cataluña) con un objetivo estratégico de cara a los nuevos escenarios de la globalización y a los nubarrones de crisis que entonces sólo vislumbraban los visionarios: dotar a los sectores productivos consolidados de la Comunidad Valenciana (turismo, agroindustria, cerámica, mueble, juguete, química, textil y transporte) y emergentes (biotecnología, socio-sanitario, energía, moda, acuicultura y audiovisual) de planes de competitividad formulados con participación de los principales agentes de cada sector en intensivo ejercicio de relación UEES, para desarrollar con recursos públicos y privados.

Pero a la frontal oposición de Arturo Virosque, desfasado presidente de la Cámara de Comercio, y a los errores que se hubiesen podido cometer en el titánico empeño de Nieto y su calificado equipo, se sumó el goloso pero tramposo ofrecimiento de Bernie Ecclestone al candidato Camps en las elecciones de mayo de 2007: Sólo honraré y enriqueceré a Valencia con la F1 si Paco gana las elecciones. Y las ganó y por mayoría absoluta. La suerte de los planes y del propio conseller estaba echada; se había acabado la aburrida clase de previsión, innovación y sensatez y volvía el recreo del despilfarro, la corrupción y falta de sentido común, ese que reclamó de forma reiterada el candidato Rajoy y que ha tenido que aplicar al PP valenciano, sin que sirva de consuelo a los millones de ciudadanos apaleados por los recortes salariales, la merma de servicios y la subida de impuestos.

Pero no todo era imprevisión. La Avenida del Puerto ya había sido remodelada con cinco carriles en un solo sentido como macro acceso a los grandes eventos, el primero de los cuales fue la America´s Cup que después de dos polémicas ediciones, se ha ido con sus velas a otra parte dejando un reguero de enormes e inútiles contenedores que, como dice el profesor Josep Vicent Boira, han convertido el pretendido Balcón al Mar (antigua y sentida aspiración ciudadana desvirtuada por los atropellos que, en su nombre, ha cometido la alcaldesa Barberá en sus 20 años de mandato contra los barrios históricos del Cabanyal-Canyamelar) en un caótico y absurdo Obstáculo al Mar!!!

Pues esa misma Avenida será el escenario de las paraetas ciudadanas a ser montadas/desmontadas en los 45/60 segundos que dura el rojo de los semáforos (innovando en una práctica común en otras latitudes), y en las cuales se denunciarán causas y efectos del modelo de desarrollo Zaplana/Camps, entre los cuales está la penosa agonía del Centro de Investigaciones Príncipe Felipe (CIPF), buque insignia de la investigación valenciana en varias líneas de medicina y biotecnología, del cual podría haber salido más de un ganador de los premios del HHMI si en lugar del desprecio y abandono, hubiese contado con el apoyo autonómico que los gobiernos de Andalucía, Cataluña o el País Vasco han venido dando (desde antes de 2004) a sus respectivos sistemas regionales de innovación.

No en vano una de las propuestas que circulan en la red junto con la convocatoria a las paraetas del 11F contra la F1, es fundir la estatua de Carlos Fabra (doctorado en ganar loterías y burlar la justicia) en el fallido aeropuerto de Castellón y con la décima parte de sus 30 toneladas hacer medallas al mérito ciudadano. La primera sería para Cristina Ponce, madre de una niña enferma de diabetes que recogió 7.000 euros (en rifas y colectas) para que se continuara la investigación del tema en el CIPF. Le seguirían los centenares de investigadores y gestores de universidades e institutos valencianos que, con su sacrificado trabajo, han garantizado la permanencia del sistema regional de innovación para afrontar el futuro con esperanza…., si no regresa el inocente señor Camps a la presidencia.

*Gustavo Vivas es arquitecto