Si me refiero a nuestros días, he de recurrir a la novena acepción del diccionario de la RAE, en la que la voz «sainete» se define como «situación o acontecimiento grotesco o ridículo y a veces tragicómico». Añade que se trata de un concepto coloquial propio de Argentina, Cuba y Uruguay, pero creo que también se halla bastante instalado en España. No obstante, el sainete que deseo tratar aquí pertenece al género teatral tan vinculado a la Renaixença valenciana de finales del siglo XIX: «Pieza dramática jocosa en un acto, de carácter popular, que se representaba como intermedio de una función o al final», definición no muy rigurosa por cierto. La culpa de que os haya traído este tema la tiene Jaime Millás, porque ha preparado un volumen titulado «Manuel Millás. Sainets valencians (1871-1891)», en el que facilita datos no sólo de su bisabuelo, sino del entorno en que se desarrolló este tipo dramático menor, de cierto arraigo entre nosotros, siendo Eduardo Escalante el autor más celebrado. Junto a él, otros contribuyeron a la vitalidad escénica en teatros como la Libertad, otrora llamado Princesa, Circo Español, Principal y Ruzafa. El libro, que forma parte de Biblioteca d´Autors Valencians de la Institució Alfons el Magnànim, contiene siete sainetes escritos por Manuel Millás Casanoves. Manuel Millás publicó veintinueve obras dramáticas, dos zarzuelas y una adaptación, además de tres libros de poesía, entre ellos «Pampiroladas», para mi lo mejor de este creador. Los sainetes forman parte de la tradición costumbrista valenciana que no sólo afecta a la escena, sino también a la plástica y, si se me apura, a la música. En «Els microbis» se nos acerca a la epidemia del cólera que en dos años se había llevado 21.000 muertos sólo en la capital del Turia. El famoso doctor Jaime Ferran, especialista en vacunas, tuvo que cerrar su laboratorio, sito en Pascual y Genís, 23, expulsado de la ciudad como consecuencia de un fuerte debate con el doctor Bautista Peset, contrario a la vacunación; en la nota correspondiente Jaime Millás puntualiza: «La irracionalitat social impulsà l´aplicació d´altres mètodes per curar-se: usar caretes; fumar molt; processons de Sant Lluis Beltran i la Verge dels Desemparats; posar-se oli de la Verge del Puig€» El libro me ha parecido interesante en tanto recuerdo de un autor y una época, la cual si no ha contado con mayores evocaciones es por carecer de un nivel intelectual más motivador. Jaime Millás amenaza con volver sobre el tema de su antecedente literario, que también lo es del conocido columnista Juan José Millás. Quedamos a la espera.