Qué conclusiones podemos sacar tras la polémica suscitada por las primeras actuaciones del nuevo director del IVAM? Que así es, si así os parece, como rezaba el título de la obra escénica de Luigi Pirandello. Dicho de otro modo: en este mundo traidor nada es verdad ni es mentira? Y un largo etcétera que nos conduce a recordar que no existe el blanco y el negro, que los grises son abundantes.

¿Podrá José Miguel García Cortés llevar a cabo su proyecto, sin que se le aparezcan otros demonios familiares? Sería bueno que le dejaran tranquilo y que desarrollara su programa, que se podrá comentar sobre la marcha, sin crispaciones, porque la crítica ponderada ayuda a mejorar la tarea criticada, siempre que se sepa sacar provecho de ella.

Por el otro lado, se contempla la situación de los artistas afectados, que „a lo que se aprecia„ sólo son dos y no la mayoría del colectivo como se ha dado a entender. En todo caso, la imagen del momento nos recuerda el estado de quienes pintan o esculpen, dibujan o graban, fotografían o hacen instalaciones. Una coyuntura en precario.

Desconozco cómo se encuentran formalizados los acuerdos llevados a cabo por Miquel Navarro y Uiso Alemany „igual se han hecho de manera perfecta„, pero uno no puede olvidar la fragilidad con que se suele actuar en el escenario artístico donde nada parece estar atado y bien atado.

A este respecto recuerdo una anécdota que ilustra lo que comento. Un galerista me informó que iba a exponer la obra de un determinado pintor. Cuando llegó la fecha anunciada, la galería presentó una muestra de otro artista. «¿Pero „indagué„ no me dijiste que habías quedado con»? «Es que exigía mucho: quería que le firmase un papel con la relación de obras que me dejaba». Yo pensaba que, aunque los creadores no lo solicitaran „¡son tan confiados a veces!„, se hacían estas cosas rutinariamente. De esto han pasado bastantes muchos años; espero que la cosa se haya corregido.

Nuestra sociedad, dominada por el materialismo neoliberal, ha alcanzado un punto lamentable en el que el universo cultural tiene todas las de perder. Los creadores, los intelectuales, son gente incomprendida y menospreciada. Una artista valenciana me comentaba que una amiga suya, a la que tiene aprecio, le dice que está bien que tenga una afición, refiriéndose al grabado: «Me da mucha rabia „confiesa„ que el grabado se convierta en un hobby, cuando lo que yo quisiera es que fuera mi actividad única y principal. Así es la vida». La conozco desde que iba a tercero de Bellas Artes. Me telefoneó un día para invitarme a una exposición que iba a hacer: «Me llamo Rosa Burdeos „fue su presentación„ y soy pintora». «Con ese nombre y ese apellido no podría ser de otra manera», le contesté. Terminó la licenciatura y se fue a vivir a París, donde sigue, dando clases, porque no se puede vivir del grabado ni siquiera en la capital francesa. C'est la vie!