Casi tres millones y medio de espectadores no pudieron resistirse a ver a Ana García Obregón charlando con Bertín Osborne en la blanca casa de la bióloga más famosa de España. Anita la fantástica, una de las clásicas de la prensa rosa española desde que tengo memoria, con sus romances imaginados y reales con cantantes, actores, jugadores de basket, futbolistas y condes, nos presentó a su hijo y desmintió el rumor de lo que sucedió en aquel avión que forma parte del anecdotario nacional.
En la tuya o en la mía vuelve con fuerza tras las vacaciones como en el programa de la televisión pública de mayor éxito en prime time. Camuflado como espacio de entrevistas, no deja de ser un programa de corazón con el atractivo de ver los salones de algunos famosos, ingrediente de siempre de revistas como ¡Hola!
Bertín y sus amigos son una de las pocas bazas con las que juega La Primera para no hundirse más, consolidada su tercera posición en casi todo. El éxito de este tipo de conversaciones grabadas y editadas a personajes sin interés noticioso „exceptuando, claro está, las apariciones estelares de Pedro Sánchez y Mariano Rajoy sobrevenidas por la campaña electoral„ no es ninguna novedad. La crónica rosa amable siempre le fue bien a TVE. Quiso desentenderse hace unos años de este tipo de información pero mantuvo su bastión del mediodía entre semana: su Corazón de? Primavera, Verano, Otoño, Invierno que estrenó en 1997 ya con Anne Igartiburu, al que dejó en Corazón a secas. En una jornada como el pasado lunes con la infanta Cristina en el banquillo y la resaca de la investidura del nuevo presidente de la Generalitat de Cataluña, Corazón fue el mejor programa de La 1 por cuota de pantalla. En ninguna otra franja fue la más vista. Es lo habitual.