Las labores de carga y descarga de mercancías en los puertos tienen una regulación especial por la enorme peligrosidad del trabajo. Hace unos años, el Tribunal de la UE dictó una sentencia que obliga a España a realizar cambios para garantizar la libertad de establecimiento de empresas europeas. La anterior ministra de Fomento, con buen sentido, pidió a empresas y sindicatos del sector una propuesta consensuada de reforma que cumpliera la sentencia. Hace unos días se presentó al gobierno ese acuerdo, con cinco grandes ejes: Libertad de empresas, desapareciendo las Sociedades de Estiba, en cumplimiento de la primera exigencia de la sentencia. Libertad para contratar trabajadores portuarios, en cumplimiento de la segunda exigencia de la sentencia. Creación de un registro de personal capacitado; para asegurar la prevención de riesgos y cumplir el Convenio de la OIT firmado por España. Subrogación del personal actual, para mantener sus derechos laborales. Y quinto, cambios en la operativa y jubilaciones, para reducir un 30% los costes.

El nuevo ministro ni tan siquiera ha escuchado la propuesta, y sin negociar ha presentado un Decreto-Ley que contempla, además de los dos primeros puntos de nuestra propuesta, otros cambios que nada tienen que ver con la sentencia, como los siguientes: Despido masivo de la totalidad de estibadores de España (6.156); en un plazo máximo de seis meses. No existencia de Registro, lo que conlleva no controlar la profesionalidad, y aumentará los accidentes, las mutilaciones y las muertes; convirtiendo los puertos españoles en trituradoras de carne humana. Es un coste para la Seguridad Social. Preeminencia de los convenios de empresa, lo que según un estudio de PwC reducirá en un 60% los salarios. Pasar a un sistema de contratación, mediante ETT, por días. Ahora las empresas prefieren esta propuesta del gobierno, pues aumenta sus beneficios. Hay que recordar que es un sector sin crisis, que todo los años aumenta su actividad y sus beneficios. No hay nada que justifique ni los despidos masivos ni las brutales reducciones salariales. Empieza el Gobierno una campaña diciendo que los estibadores ganan mucho dinero, pero no dicen que es un trabajo con un altísimo riesgo, y tampoco hablan de los enormes sueldos y beneficios de las empresas.

También dice el estudio que los costes pasarían de 6 a 4 euros por tonelada, y que eso aumentaría nuestras exportaciones y crearía empleo. Mentira. También dice el gobierno que la lista la prohíbe la UE. Otra mentira. La sentencia impide el orden de llamamiento, pero no la existencia de una lista de trabajadores capacitados, que cumple uno de los convenios internacionales de la OIT. Si usted tuviera un empleo fijo y lo despidieran, y le dijeran que a partir de ahora lo contratarán por días, y que si lo contratan todos los días cobrará el 40% de su sueldo ¿Qué haría? Pues lo que van a hacer los estibadores: paros de varios días, como aviso al Gobierno, y si no modifica su Decreto, directamente o en las Cortes, parar los puertos indefinidamente. Esperamos que el Gobierno vuelva al sentido común de la anterior ministra.