"Nuestra universidad no comunica bien a los medios, tendría que haber científicos (científicas) comunicando la ciencia; en los periódicos salen cosas sin impacto y en cambio otras impactantes no salen". Esas fueron algunas de las punzantes puntualizaciones y demandas del químico y físico valenciano Eugenio Coronado Miralles en un acto programado el primer día de la 54 Fira del LLibre de València. Coronado en cada una de sus intervenciones transmitió sentir en propias carnes, numerosos, y tal parece que e irresolubles problemas, padecidos por la ciencia en España.

Pero ¿por qué la noticia científica es tan escasa en los medios de comunicación? Y Coronado, sin rodeos, aclaró: "La universidad tiene un gabinete de prensa, el gabinete la bloquea", puntualizando que, en ese terreno, los profesionales de la ciencia tienen poco que hacer, "Si entras en competencia tienes un problema. En las universidades no hay un medio fácil para comunicar; todo se queda escondido". Fue sorprendente la claridad con la que este erudito director del Instituto de Ciencia Molecular (ICMOL), expuso el quid de algunos históricos lastres de la ciencia española. Por su parte Javier Quesada, presidente ejecutivo de la Fundación Premios Rei Jaume I, habló de las trabas para poder contar con conocimiento foráneo: "Si no eres capaz de atraer a gente que estudie aquí", la Ciencia se resiente. Este punto abrió la caja de los truenos, sacando a colación cuantas enormes dificultades deben solventarse a la hora de integrar en los equipos científicos a profesionales de otras latitudes, "Tenemos trabas burocráticas absurdas, mantenemos una estructura muy arcaica en la que desconfiamos de todos (todas), todo se enreda incluso si para aligerar trámites les (las) acompañas a la policía para sacar los papeles"; eso sin olvidar el hecho de que no se facilita la integración laboral de las familias, mientras que "En otros países a los cónyuges también les ofrecen trabajo".

Coronado ante el escaso público reunido, expuso experiencias, por su mente, seguramente, se agolpaban recuerdos poco reconfortantes, vivencias de hombres y mujeres de ciencia, personas que llegan aquí para cuatro años y pasado ese periodo no se les garantiza nada de continuidad laboral. En base a tal estrategia ¿qué se puede esperar? pues que "Van a venir los menos competitivos". Actualmente "Hay cien plazas para cien personas, para que vengan a España, investigadores (investigadoras) y profesores (profesoras)".

Tras el retraso de una hora, el cambio de ubicación, el aire, las dificultades de sonido y la proyección no perceptible debido al reflejo solar sobre la pantalla. Todas esas incidencias se desvanecieron ante los discursos. Se presentaba la carta subscrita por algunas de las personas premiadas con el acreditado galardón científico Rei Jaume I, a los representantes políticos, factibles de presidir el Gobierno tras las elecciones del veintiocho de abril. ¿Cuál era el contenido de la epístola? Pues tal como manifestaba Quesada, que se valore el hecho de que "La Ciencia, el emprendimiento necesitan más apoyo que nunca".

Ciencia es todo. Hasta la criminalística requiere de ella para resolución de casos. Arquímedes, mediante su principio, descubrió que un orfebre quiso estafar al rey de Siracusa, Hierón II, mezclando plata con parte del oro con el que debía realizar el encargo de una corona, y el fraude fue descubierto gracias la diferencia de densidades.

"En España todavía se distribuye de una forma arcaica (la financiación); necesitamos que ese dinero que se está distribuyendo vaya a parar a la gente joven" dijo Coronado, además, y tristemente, "No se establecen programas a largo plazo para la estabilización del personal", aunque existen algunas comunidades españolas que si lo están haciendo.

"Para la sociedad hacer Ciencia es un lujo", algo que no va con las necesidades del individuo en su medio cotidiano, de ahí el vergonzoso posicionamiento en el ranking internacional y el hecho de que "España no gastó ni la mitad del presupuesto de ciencia en 2018. Más del 90% del presupuesto no ejecutado (3.725 millones) corresponde a préstamos que casi nunca se ejecutan, pero que sirven para maquillar las cifras de inversión en ciencia", ("eldiario.es", 08/04/2019). Pues en esa dinámica se mueve la gestión. Coronado Miralles, premio Jaume I en el año dos mil tres en Nuevas Tecnologías, y Nacional de Investigación Enrique Moles en el dos mil nueve, afirmaba que a nivel ministerial, "Los ministros de Educación y de Ciencia (en España) son los menos importantes". Otro de los contertulios, el madrileño José Capmany, director del ITEAM (Instituto de Telecomunicaciones y Aplicaciones Multimedia de la Universidad Politécnica de Valencia y también premio Jaume I en Nuevas Tecnologías en dos mil doce; se reafirmaba en la crítica de la infrafinanciación, "I+D+I hay poquito. Deberíamos ser más ambiciosos"; poniendo en valor cuanto de ganancia genera cualquier inversión en ciencia, "En Cataluña la cifra de retorno por un euro invertido es de tres euros".

"La Ciencia nos salvará", aseveró Javier Quesada. Mientras que Capmany, dolido ante tácticas de inmovilismo inversor reiteradas en el tiempo, confesaba que: "España, por desgracia, no ha sido muy innovadora. Los sistemas de financiación nos abocan a no ser competitivos", determinando la exigencia de autonomía para los programas.

"En Alemania, en el carnet de identidad, sale que es doctor", refería el docto investigador de electrónica molecular y nanotecnología Coronado, en clara reclamación identitaria científica digna de realce y valoración oficial. Interesantísimo aluvión de críticas y opiniones contaron con la aseveración de Quesada de que: "Europa tampoco está para echar cohetes".

Kristin Suleng, moderadora del coloquio demostró profesionalidad y eficiencia. Imagen vitalista enfundada en pantalones rayados y cazadora roja, y armada con una libretita de apuntes abrió, condujo y salpimentó el abanico de cuestiones que hormiguean en el ámbito científico. Ligar a València con Silicon Valley motivó diferencia de pareceres entre Capmany y Coronado; el primero asentía: "Al final es tan fácil. No hay que tener vergüenza de copiar lo que funciona", a lo que Coronado replicó: "No hace falta buscar, copiar. En todo el mundo existen esos parques tecnológicos". En otro ámbito reconoció su añoranza por los encuentros que otrora se realizaban entre participantes de los premios, tras la celebración de cada edición, "Todas las personas nos reuníamos, y eso se ha parado", a lo que el representante de la Fundación Premis Jaume I repuso: "Ya nos gustaría tener presupuesto para hacer actos durante todo el año".

En un laberinto de intereses y desintereses, la Ciencia termina mareada, vapuleada y sin resultados prácticos. Quesada sugirió a los responsables de la nación, como punto final: "Que se rodeasen de gente competente y la oyeran, que fueran científicos o tecnólogos".

En la biografía, con textos de Carmen Herranz, de Marie Curie esta dijo de sí misma: "Soy de los (las) que piensan que la ciencia tiene una gran belleza. Un sabio en su laboratorio no es solamente un teórico. No creamos que todo progreso científico se reduce a mecanismos, máquinas y engranajes que, de todas maneras, tienen su belleza propia".