Bajo el hielo de Groenlandia se ha descubierto, hace solo unos días, el que podría ser el animal vertebrado más longevo de la Tierra. Un ejemplar de tiburón de Groenlandia se ha catalogado con 382 años de edad, superando con creces a un ejemplar de ballena que también habita esta remota región y con algo más de 200 años. Un grupo de científicos de la universidad de Copenhague lleva años estudiando a las especies que habitan bajo los mares de uno de los parajes más inhóspitos, salvajes y bellos de la Tierra. Y la sorpresa ha sido inmensa. Los resultados de este estudio, publicados en la revista Science no solo revelan datos sobrecogedores sobre la longevidad de algunas especies animales, si no que abren un nuevo campo a la investigación en este sentido. Hasta el momento conocíamos algunas especies capaces de vivir más de un siglo, como la tortuga de las Galápagos o el erizo rojo de mar. Pero el récord establecido por estas especies abre un nuevo campo a la ciencia sobre la duración de la vida animal. Uno de los aspectos más sorprendentes de estos animales es la capacidad que tienen de vivir tantos años en entornos tan hostiles. Su capacidad de adaptación al medio es innegable. Con estos datos y las posteriores investigaciones que se realicen en este campo poseeremos más información y, con ello, quizá entendamos mejor el funcionamiento vital de estos animales pero, aunque consigamos hacerlo, nunca dejará de ser algo sorprendente.