Según Ximo Puig, no es momento de ir al monte y pide responsabilidad, la que su Consell no ha mostrado durante estos seis años y medio, con varios temporales de invierno que han arrasado nuestros montes y una nula gestión forestal que los ha convertido en cementerios de pinos. Años en los que han rechazado todas y cada una de las propuestas que hemos presentado al respecto desde el PPCV, para una gestión forestal sostenible y apoyo a la silvicultura, y que venían del propio sector forestal y habrían ayudado a frenar la despoblación de municipios rurales.

Hay que reconocer que el marketing de Puig con la invención de varios nombres que poner a una supuesta gestión forestal no ha faltado: Pacto por los bosques valencianos; El gran pacto verde; Pacto por los bosques y contra la despoblación rural... Pero más allá de nombres no hay nada, la gestión forestal para prevenir incendios sigue sin aparecer. Desde el PPCV lo denunciamos cada año, por no decir cada mes, porque la situación empeora a medida que pasa el tiempo.

Eso sí, ante la posibilidad de incendios, Ximo Puig tira balones fuera antes de que pase algo, y a principio de verano pedía «sentido común en el reencuentro con los bosques tras las restricciones», apelando a la responsabilidad personal para que no haya incendios. Ahora vuelve a pedir responsabilidad, y está claro que hay que tenerla, sobre todo ante la irresponsabilidad de este Consell de no actuar en nuestros montes para prevenir incendios. De nada sirve que salgan diciendo que han aumentado el presupuesto si no actúan.

Y resulta que con la pandemia y las restricciones han encontrado la excusa perfecta para aplicar las políticas que llevan años intentando imponer, el encapsulamiento de nuestros montes, evitar que la gente vaya al monte, según ellos para que así no haya incendios. Lo ha reconocido este Consell, incluso negando en Les Corts que los deportistas y usuarios de nuestros montes sean vigilantes de los mismos.

No cuestiono que haga falta o no prohibir el uso de nuestros montes un fin de semana con ola de calor, el cierre de nada más y nada menos que 15 de nuestros parques naturales. Por seguridad es probable que sí sea necesario, pero ante todo, y esto es lo que Ximo Puig no dice, por la falta de actuación de gestión forestal preventiva en nuestros montes. Ya lo afirmó la consellera Gabriela Bravo: hay que «extremar las precauciones especialmente en los parajes naturales donde no hay remedio si se produce un incendio».

Desde el PPCV no nos cansamos de visitar zonas y denunciar su dantesco estado para que se realicen los trabajos oportunos y nuestros montes no sean puro combustible. Ojalá lo que se van a gastar en vuelos para humedecer el ambiente lo hubiesen invertido en gestión forestal sostenible.

Mientras Puig siga sin hacer nada más que prohibir, nos toca sol y playa, ese turismo al que tanto renuncia este Consell, paradójico, o quedarnos en casa a consumir luz con un precio por las nubes, las que dejaremos de ver desde la cima de nuestras montañas.

El incumplimiento de su responsabilidad, la del Consell de Ximo Puig, de apoyar la silvicultura, de gestionar los montes, de prevenir incendios, y su afán de responsabilizar de los incendios que pueda llegar a haber a los usuarios de estos espacios naturales, lleva a adoptar medidas que casan por completo con la pretensión de siempre de este Consell, de encapsular nuestro medio ambiente, de prohibir su uso y disfrute. Se están saliendo con la suya, no por pandemia o por calor, sino por falta de prevención, o por pura ideología.