El anuncio de la participación de la Fundación Asindown en la XXXVI edición de los Premios Goya copó los medios de comunicación y generó un revuelo mediático que nos permite reflexionar. Así, me hizo retrotraerme al análisis que hace año hicimos en el seno de la entidad sobre cómo entendíamos que nuestra sociedad debía cambiar y sobre las herramientas que teníamos a nuestro alcance. Pronto lo tuvimos claro: la cultura es el principal agente transformador de nuestra sociedad.

Y es que, la cultura se convierte en el legado que dejamos como sociedad. Cada obra, reconocida por su aportación al contexto en el que vivimos, deja una huella, un poso, que acaba dibujando la sociedad que vivimos, lo que somos, lo que como colectivo pensamos y sentimos; y tiene la inmensa capacidad de situar, algo como desconocido, en un primer plano que nos mira de frente. Tendemos a no apreciar aquello que nos resulta ajeno, pensamos que es lejano, se nos antoja extraño y genera, por ello, una sensación de desapego. Sin embargo, cuando conseguimos aterrizar algo cotidiano y cercano, nos produce amabilidad, confortabilidad, y llegamos a empatizar y establecer vínculos. La cultura se sitúa en el vehículo que permite conseguir ese cambio.

Así, desde la Fundación Asindown, decidimos hace años apostar por aquello que impacta y transforma. Quisimos y queremos contribuir a hacer de la cultura un medio para comunicar, una manera de expresar, de hacer sentir, de hacer pensar a la sociedad actual y de conseguir así, evolucionar y dejar el poso que creemos toda sociedad debe apreciar: la inclusión como el único camino hacia sociedades más justas. Si no formamos parte activa de la cultura que define y perfila nuestra sociedad no vamos a conseguir llegar con nuestras ideas, nuestras certezas y nuestras propuestas inclusivas y normalizadoras a ningún sitio; literalmente a ningún corazón.

Si echamos la vista atrás y buscamos en qué aspectos han sido reseñables de una época, si ahondamos en los valores, principios y manera de vivir y sentir de otro momento, observaremos que aparece en su música, en la pintura, en la literatura escrita, en la publicidad y en cualquier manifestación artística. Al fin y al cabo la cultura tiene el poder transformador de cambiar el mundo.

Decía Gabriel García Márquez que “la cultura es el aprovechamiento social del conocimiento”. Es, por tanto, una tremenda expresión democrática de acercar los avances sociales a la sociedad y aterrizarlos para su uso. Desde la Fundación Asindown hace años quisimos formar parte de todo este proceso añadiendo un factor primordial al efecto que la cultura arraiga sobre todos y cada uno de nosotros y nosotras: la emoción. Y es que, la emoción, es algo tan singular que la cultura fluye gracias al tinte emotivo que tiñe a cada uno de nosotros y nosotras de forma única. El cerebro sólo aprende si hay emoción y únicamente llega a transformarnos aquello que nos emociona.

La cultura tiene la capacidad de ser totalmente integradora, no imponer restricciones o limitaciones y, tal vez por eso, sea la mejor herramienta para trasladar nuestra propuesta por una sociedad en la que todos y todas las diversidades tengan cabida. La cultura es el medio para hacer de la diversidad una apuesta enriquecedora. Queremos ser una entidad que genera ideas, que producen cambios y que se convierten en cultura.

Que Asindown forme parte de la cultura valenciana es sólo un síntoma más de crecimiento. Un indicador de la transformación que nuestra sociedad está teniendo y que pasa habitualmente desapercibido. Y es que, como suele suceder en cada época con los cambios culturales, llegan despacio, se anclan cuando la gente empieza a hacerlos suyos, cuando hablamos sin tabús, sin tapujos y se introduce en todo tipo de arte, en el lenguaje, en la tecnología volviéndose permeable en todas clases sociales, en todos los colectivos, en todos los estratos para que, de nuevo, la cultura convierta ideas en valores.

En Asindown somos cultura porque como entidad no conocemos otra manera de hacer las cosas que hacerlas para todos y todas, sin dejar a nadie fuera. No nos importa que nunca antes se haya llevado a cabo, si lo pensamos, lo queremos hacer posible y queremos hacerte partícipe del cambio por el que luchamos.

Necesitamos la cultura para perpetuar la supervivencia de nuestros valores, para que sea sumativo en lo que ya existe y genere debate, curiosidad sobre la discapacidad y el síndrome de Down, para crecer como seres humanos y para que, lo que en otras épocas ni se atisbaba, hoy sea una realidad.

Participar en la XXXVI edición de los Premios Goya nos parecía un sueño hace unos meses. Hoy, analizándolo con perspectiva, nos confirma como agentes de la transformación que nuestra sociedad necesita. Desafiamos cualquier aspecto de idea preconcebida que pueda suponer una barrera y trabajamos por romper cualquier aspecto social y cultural que impida aderezar una sociedad diversa.

Hoy somos los primeros premiados de esta edición de los Premios Goya. Mañana lo será la sociedad en su conjunto.