Putin ha merecido todo tipo de descalificaciones como resultado de su persistencia en mentir y manipular. Ha mentido al presidente Macron, al canciller Scholz, a su amigo Orban y a la opinión pública propia y ajena afirmando una y otra vez que no iba a invadir Ucrania. Y una vez invadida manifestó y sigue manifestando que no se trata de una invasión sino que su ejercito realiza una misión especial para librar a los ucranianos de gobernantes asesinos y drogadictos. Y por otra parte Putin detiene a manifestantes rusos que están en contra de su guerra, controla los medios de comunicación y a los oligarcas rusos y elimina o encarcela a sus oponentes.

Hasta la invasión de Ucrania Putin era la burda imagen de un dictador sin escrúpulos salido de la KGB. Pero a partir de ordenar la invasión de Ucrania es un genocida que ha desencadenado una guerra injusta. Putin es el responsable directo de los muertos, de los heridos, de la destrucción de infraestructuras, del éxodo de ucranianos por la sola razón de que quieren vivir en libertad. Putin debe ser llevado, junto con sus más directos colaboradores, ante el Tribunal Penal Internacional que los juzgará y condenará como unos de los mayores genocidas del siglo XXI.

No deja de sorprender el dominio de todos los resortes del poder que maneja Putin. Al margen de los pocos miles de manifestantes rusos en contra de la guerra de Putin ¿Cómo es posible que la inmensa mayoría de los ciudadanos rusos permanezcan pasivos cuando no se muestran satisfechos del expansionismo que ha emprendido Putin?¿No hay en Rusia gentes capaces de enfrentarse y derrocar a Putin? ¿Como es posible que en nuestro tiempo miles de soldados rusos no se revelen contra sus jefes y se nieguen a participar en una guerra injusta dirigida contra sus propios hermanos eslavos? ¿Tan poco vale la vida humana para la mayoría de los rusos?

Los que vivimos la dictadura franquista sabemos que el miedo y la comodidad explican la pasividad de los pueblos en las dictaduras, pues en muy pocas ocasiones han sido derrocados los dictadores por sus pueblos, Franco, Hitler, Stalin y otros tantos pese a su crueldad nunca fueron derrocados por sus pueblos. Pero eran tiempos en que era mucho más fácil que en la actualidad manipular a las masas. Internet y los medios audiovisuales clásicos se han convertido en una quinta columna que nos permite saber lo que esta ocurriendo en tiempo real impidiendo la desinformación pretendida por Putin.

Los ucranianos aman la libertad y están dispuestos a perder la vida defendiéndola. Es fácil encontrar similitudes con la reacción de los españoles contra la invasión napoleónica a principios del siglo XIX, invasión que supuso el nacimiento de la nación española. Y algo similar sucederá en Ucrania que saldrá fortalecida como nación tras la derrota del invasor. Porque no nos cabe la menor duda de que aunque Putin consiga ocupar Ucrania, como Napoleón consiguiera ocupar España, los valerosos ucranianos finalmente vencerán al ocupante, tal y como los españoles de a pie vencieron al poderoso ejército napoleónico. Los ucranianos conseguirán expulsar al poderoso ejército de Putin de su tierra aunque necesiten muchos años para lograrlo.

Y frente a la heroicidad de los ucranianos nuestra cobardía. Hemos abandonado a Ucrania y hemos dejado a los ucranianos en manos del genocida. Ni la Unión Europea ni la OTAN ni EEUU intimidan ya a Rusia que, con razón, nos ve como Estados decadentes solo capaces de practicar la caridad con los cientos de miles de ucranianos que huyen de su país, o de enviar unas cuantas armas ligeras, cascos y chalecos cuando la ocupación está avanzada. Por no hablar de los españoles y europeos mezquinos que ante la crueldad de Putin dicen que hay que seguir la vía diplomática, reconociendo implícita o explícitamente que están de acuerdo con el genocida. Sostendrían la misma opinión los podemitas si España fuera invadida. Sostendrían que debiéramos consentir la ocupación para de ese modo seguir evitando muertes. Pedro Sánchez debiera liquidar su coalición con Unidas Podemos que se ha quitado la careta y mostrado su perverso rostro al lado del genocida.

La Unión Europea no ha despertado de su letargo por adoptar junto con sus aliados occidentales una serie de medidas en los ámbitos económico, financiero, comercial y deportivo que algunos Estados europeos están completando la acción unitaria de la Unión con otras medidas. Poco importan a un genocida como Putin, que desprecia la vida y el bienestar de sus propios súbditos, las sanciones que se le han impuesto a él, a sus secuaces y a los ciudadanos rusos. Incluso es probable que las sanciones occidentales tengan el efecto perverso de fortalecer a Putin y de fomentar el nacionalismo ruso. Recuerden, los que tienen memoria, como utilizó Franco en varias ocasiones las condenas a sus crímenes por los Estados democráticos para fortalecer su poder. No es fácil olvidar las concentraciones de españoles en la plaza de Oriente de Madrid vitoreando a Franco. Los dictadores son expertos en manipular los hechos y en fomentar el victimismo y Putin es uno de los mayores maestros del arte de la manipulación.

El argumento principal que utiliza la OTAN y los gobernantes europeos para no intervenir militarmente al lado de Ucrania contra el genocida es que intervenir traería consigo la tercera guerra mundial. ¿Se seguirá utilizando este argumento cuando Putin invada algún otro país europeo limítrofe, sea o no miembro de la OTAN? Para enfrentar a Rusia y a China no es suficiente que Europa sea una gran potencia económica, es necesario dar pasos más allá. La acobardada OTAN, hemos visto con claridad, que no sirve para defender las libertades de occidente. Y nosotros tampoco somos capaces de defendernos. Frente a las armas el único lenguaje que sirve es el de las armas. La diplomacia de poco sirve contra los tanques.

Cuando el pueblo ucraniano está muriendo y huyendo de su tierra nuestras preocupaciones parecen centrarse en los «perjuicios» que vamos a soportar como consecuencia del cierre del mercado ruso y ucraniano a nuestras exportaciones e importaciones. Pero eso sí ¡acogeremos a los ucranianos que quieran refugiarse en España!