En cierto modo, hoy es un día de fiesta para el cooperativismo valenciano: tras dos años de paréntesis pandémico, nos volveremos a encontrar para entregar los Premios Pepe Miquel, con los que Concoval reconoce públicamente el mérito de quienes contribuyen de manera más notable al desarrollo cooperativo en nuestra Comunitat.

Este año, por primera vez en la historia de los Pepe Miquel, el premio a la Trayectoria Cooperativa se ha concedido a una candidatura colectiva: las cooperativas valencianas vinculadas al sector del diseño. No es casualidad que se haya hecho coincidir con la capitalidad mundial del diseño València 2022.

La World Design Organization ha reconocido a la Comunitat como una tierra donde la creatividad ha alcanzado ya su punto de madurez. Lo sabemos: València es una potencia en diseño. Y las cooperativas valencianas, identificadas bajo una enseña que hemos dado en llamar Disseny made in Coop, también son una potencia en diseño.

A partir del perímetro conceptual establecido por la Associació València Capital del Disseny, hemos elaborado un catálogo con las 95 cooperativas que están ayudando a situar la Comunitat Valenciana en el mapa del diseño español y europeo, obteniendo premios y participando en certámenes y muestras de prestigio europeo e internacional. Las hay veteranas y las hay de constitución reciente, nacidas en la última década, pero todas tienen su mirada puesta en acercar el diseño a la sociedad, aunque lo hacen desde diferentes ámbitos de actividad: la ilustración y diseño industrial, pasando por la arquitectura y el interiorismo, la moda, el grafismo, la comunicación corporativa o el territorio.

Casi un centenar de empresas en el sector y, sin embargo, el diseño cooperativo es probablemente el gran desconocido en un sector tradicionalmente reservado a los talentos individuales. Nos gustaría que esto empezara a cambiar hoy mismo. Confiamos en que el Premio Pepe Miquel contribuya a dar visibilidad no solo a las cooperativas pioneras y a las que son ya buque insignia de la creación cooperativa, sino también a ese diseño silencioso, alejado de los grandes focos mediáticos, pero tan necesario y transversal, que hace que la creatividad, abordada desde una óptica colectiva, tenga un plus que convierte el Disseny made in Coop en algo diferente, comprometido y con propósito de cambio social.

Pero para que ese reto de visibilidad y crecimiento se aborde en condiciones de éxito necesitamos impulsar alianzas dentro del sector del cooperativismo de diseño. Muchas de las protagonistas de esta historia son pequeñas cooperativas de trabajo asociado que podrían abarcar un campo mucho más amplio y hacer crecer su ambición, no solo creativa sino también empresarial, si se unieran entre sí para alcanzar proyectos de mayor envergadura. Las experiencias de intercooperación en este sector han dado frutos excelentes en el pasado y deberían hacerlo también en el futuro. El Disseny made in Coop tendría que ser una marca más allá de los Premios Pepe Miquel y más allá de la capitalidad de 2022. Tendremos tiempo para pensar en ello a partir de mañana.

Hoy todavía hemos de recordar que los Premios Pepe Miquel de este año, impregnados por la modernidad y el futuro evocados por el diseño, también nos llevan al pasado, para conmemorar y premiar los más de 90 años en antena de Ràdio Valencia Cadena Ser, que recibe hoy el galardón en la categoría de Comunicación Responsable.

Estos galardones, creados hace ya diecisiete años y convocados con carácter bienal, se dignificaron con el nombre de quien fuera uno de los empresarios cooperativos más audaces, Pepe Miquel (L’Alcúdia, 1936-2003), un inquieto agricultor que, gracias a su extraordinaria capacidad de innovación y a su inquebrantable apuesta por la cooperación, se convirtió en figura clave y líder indiscutible del cooperativismo agroalimentario español de las últimas décadas del siglo XX.

La entrega de estos Premios es, también hoy, una buena ocasión para recordar que, más allá de su mérito empresarial y de su relevancia económica, el verdadero valor del cooperativismo reside en el esfuerzo por la creación equitativa de riqueza; en su apuesta por el desarrollo sostenible; en su compromiso social con el entorno; en su sensibilidad hacia los miembros de grupos sociales desfavorecidos; en su inclinación hacia la búsqueda de soluciones innovadoras; y, sobre todo, en su decidida vocación humanista, que convierte a la persona y sus aspiraciones en el eje vertebrador de la empresa cooperativa.

Siempre es un buen momento para reivindicar los principios éticos que inspiran la actuación económica de las cooperativas. Quizá ahora más que nunca.

Presidente de la Confederació de

Cooperatives de la Comunitat

Valenciana (Concoval)