Pocas veces un hecho de la esfera privada ha tenido tanta repercusión en la vida pública; nadie es guardián de su hermano, ni Almeida de su primo ni Mónica de su ex cónyuge condenado por abuso a una menor sin más pruebas que su testimonio y contra los criterios del centro de acogida que anteriormente no habían encontrado el menor signo de veracidad. Como efecto colateral el T.S.J ha abierto otras diligencias para esclarecer el grado de responsabilidad del personal del centro, funcionarios de la Consellería y su titular, Mónica Oltra porque, según su contenido, ninguno de los hechos puede considerarse irregulares ni ilegales pero por las circunstancias de su producción pudieron encaminarse a la protección de la carrera política de la Vicepresidenta a costa de la menor, incurriendo en prevaricación y abandono de menores.

Si intentaron proteger su carrera política o no, un simple Auto, el 41/2022 ha sido bastante para destruirla, porque la Vicepresidenta ha dimitido de todos sus cargos y se han satisfecho los deseos de venganza de VOX y demás extremistas defensores y personados en la causa. Porque quienes conocemos a Mónica, solidaria, laboriosa y entregada a las causas sociales, mantenemos serias dudas, si no incredulidad, de que encubriera un delito en beneficio propio y entendemos la tragedia personal que ha significado para ella su dimisión.

Pero esta gran mujer tiene como contrapartida a sus muchas virtudes su propensión a olvidar las formas, tan imprescindibles en la convivencia; ha vestido camisetas ofensivas, y ha exigido dimisiones a quienes constitucionalmente eran inocentes mientras no se probara lo contrario, y sus adversarios y enemigos le han dicho que se tome un buen trago de su propia medicina. Al Jefe del Consell que la nombró ha faltado el respeto no comunicándole primeramente su decisión de dimitir, de la que se entera por los medios, y a la persona de Ximo Puig, que jamás le ha hecho un reproche público y le ha dado su tiempo, ha tratado con total falta de educación dedicándole como única frase, que no va servirle de excusa y que seguirá vigilando…

Lo que no podemos admitir es que convierta su gesto en una inmolación para que Compromís pudiera seguir en el Gobierno, lo que no hubiera hecho en caso de que el Presidente la cesara; la amenaza de ruptura no hubiera pasado de una bravata; no se jugarían la permanencia que tanto estiman y han sido los suyos quienes le han puesto la soga al cuello por si el Presidente les enseña el camino y convoca Elecciones. Muchos ciudadanos lo hubieran preferido porque la coalición de minorías, también discrepantes entre sí, que se define de Izquierdas donde las haya es incapaz de formar equipo de Gobierno con otros partidos políticos a los que acosan y censuran porque carecen de sentido de Estado y sus esfuerzos, por muy loables que sean, se dirigen exclusivamente a un sector de la población sin tener en cuenta que somos una sociedad plural y en un sistema democrático el gobierno es del pueblo y para el pueblo, sin exclusión de clases ni partidos, y lo contrario es un error que se paga caro en las urnas. Indalecio Prieto dijo en uno de sus discursos que el espíritu democrático socialista le llevaba al rechazo de los totalitarismos.

Compromís ha sido un lastre para el progreso económico de esta Comunidad, tal vez Mónica, cuando se refiere a los «poderosos» que han provocado su cese esté pensando en la cantidad de empresas que hartas de tanta traba burocrática e ideológica se han ido con sus dineros a otras partes. La tarea del Presidente siempre tiene que ir contra corriente, y si hemos conseguido que Ford siga en Almusafes y la gigafactoría en Sagunto, no se lo debemos a Oltra ni a los suyos, sino a los grandes esfuerzos de Ximo Puig y de los dos alcaldes. Hace apenas dos semanas, un socialista que trasformó esta Comunidad dejando en ella su impronta, al que le comentaba las dificultades de aquella promoción de políticos, me contestaba que más mérito tienen los de ahora cuando han de soportar al enemigo en casa.

Una lástima que pudiendo salir por la puerta grande ha escogido la gatera.