El quebrantahuesos, cuyo nombre científico es (Gypaetus barbatus), hace alusión a su aspecto corporal (del griego “Gyps”: buitre y “aetos”: águila y del latín “barbatus”, debido a las plumas que le sobresale bajo su pico.

-Como ya dije en mi anterior artículo-, la alimentación del quebrantahuesos es osteófaga, es decir, se alimenta de la médula de los huesos de los artiodáctilos o ungulados -de dedos pares- (cabras y ovejas). Pezuña con dos dedos. La zona gastrointestinal de estas aves, está protegida por ácido oleico (C 18 H 34 O2). De esta manera, puede engullir y digerir bien los huesos de estos ungulados. Referente a su alimentación, los buitres como aves rapaces que son, se alimentan de presas que tienen disminuidas sus facultades de percepción y huida. Pero el quebrantahuesos es muy especial para alimentarse, representando el último eslabón de la cadena alimentaria, ya que aprovecha los huesos de los cadáveres que hay. El quebrantahuesos, está especializado en alimentarse de los huesos de los cadáveres de ungulados, una vez que los necrófagos o carroñeros biología (que se alimenta de cadáveres de otros animales) han consumido las partes blandas (biomasa cárnica). Ingieren los huesos enteros. Pero cuando son demasiado grandes, éstos los fragmentan dejándolos caer desde gran altura sobre rocas afiladas impactando sobre los denominados despeñaderos, lo que le permite acceder a la nutritiva médula ósea. Los huesos están compuestos de un mineral llamado hidroxiapatita (un fosfato muy rico en calcio). El calcio es un elemento químico de símbolo: Ca. Tabla periódica de los elementos.

Curiosamente, el quebrantahuesos, -igual que la mayoría de las aves-, también excretan por el pico egagrópilas (pelos compuestos por queratina, y otros restos de huesos no digeridos). Pero, ¿qué son las egagrópilas? Las aves tienen en general un régimen alimenticio muy variado: insectos, anfibios, reptiles, pequeñas aves, micromamíferos (mamíferos más pequeños), etc. Algunas de ellas (rapaces diurnas y nocturnas, gaviotas, garzas…) carecen en su aparato digestivo de la capacidad necesaria para digerir algunas partes de sus presas. Las rapaces nocturnas engullen a sus presas enteras. Dentro del estómago de la rapaz, las distintas presas son sometidas a la acción de los jugos digestivos que los destruyen casi en su totalidad, salvo los pelos y los huesos. Estos residuos mediante la acción de un movimiento helicoidal se reúnen entre ellos para formar una masa ovoide que el ave va a regurgitar al cabo de algunas horas. Esta pequeña bola de color grisáceo alargada y más o menos puntiaguda en sus extremos es lo que se conoce como “egagrópila”, “aegrópila” o “pelota de regurgitación”.

La formación de estas pelotas de regurgitación, soslayan a las rapaces una digestión larga y difícil de los elementos no asimilables. La agudeza visual en el quebrantahuesos, es muy superior a la del ser humano. Sus ojos están protegidos por una membrana nictitante. El ojo de las aves rapaces tiene todos los componentes estructurales del ojo del mamífero, además de una estructura aplanada peculiar, el pecten que sirve para nutrir a la retina. La extraordinaria visión de las aves rapaces se atribuye a la extrema densidad de conos en su fóvea: 1,5 millones por fóvea, comparada con 0,2 millones en el caso del hombre. Cada ojo de las aves rapaces tiene dos fóveas, frente a una que presentan los humanos, con esto quiero decir, que cada ojo de las aves rapaces, se puede enfocar en dos objetos simultáneamente para decidir cuál de ellos prefiere comer.

Hábitat

Esta especie está presente en zonas de montañas. Su presencia coincide con la existencia de poblaciones de ungulados salvajes, que son su principalmente fuente de alimentación. El mayor núcleo de población se encuentra en el Pirineo Central, en la provincia de Huesca. Puede alcanzar una envergadura de 2, 80 m. Y se les ha avistado hasta los 4.000 de altura.

Regresión

Está casi amenazado de extinción. Se encuentra en regresión debido a la humanización del medio y la escasez de alimentación. La colocación de venenos también ha diezmado mucho a la especie. Gracias a la encomiable y loable labor de los agentes medioambientales que les disponen de alimentos, hace que se perpetúe a estas especies. Se trata de una especie bonita, preciosa y bellísima.

Ha sido perseguido -sin escrúpulos durante décadas-, acusado de atacar al ganado. Acusación totalmente infundada. Espero poder siempre ver surcar los cielos a este emperador alado: precioso, majestuoso, bellísimo.