Dos mujeres, dos espacios, las dos camas de un bígamo sin papeles que acaba mal. Él no es un caso extraño, uno más de los avariciosos que quieren de más. Son ellas, la engañada y la comprensiva, las protagonistas entrelazadas en los lugares donde le compartieron. La ciudad y sus rutinas en tonos eléctricos; el campo y otra forma de vida idealizada con reflejos dorados en el bellísimo paisaje de l'Albufera. Hay un crimen pero poco importa quién es el culpable; la intriga está en saber hasta dónde llegará la legítima por comprender a quien creía conocer. Un camino poco convencional por el que nos hacen transitar de forma hipnótica en 'El Embarcadero'.