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Un plan comarcal contra la mosca negra intenta salvar la descoordinación actual

La Mancomunitat diseña junto a la universidad una actuación integral ante la ineficacia de las acciones aisladas de algunos pueblos - García busca financiación y pretende que abarque también la Ribera Baixa

Las acciones aisladas de algunos municipios para luchar contra la mosca negra y el mosquito tigre resultan poco eficaces si no tienen continuidad en los pueblos vecinos ya que las plagas no entienden de fronteras. La Mancomunitat de la Ribera Alta ha querido tomar la iniciativa para acometer una actuación coordinada en toda la comarca y, de la mano de la universidad, ha diseñado un plan de vigilancia y control para intentar erradicar la presencia de estos molestos insectos. El presidente del ente comarcal, Cristóbal García, ya tiene sobre la mesa los presupuestos de un laboratorio -en el caso de la mosca negra se localiza en cauces fluviales, mientras que la lucha contra el mosquito tigre es más compleja ya que cualquier recipiente con agua puede convertirse en un auténtico nido de larvas- y aprovechará el pleno de esta próxima semana para exponer el plan de actuación diseñado y para el que ahora busca financiación. García tiene previsto llamar a la puerta de otras administraciones y, en última instancia, requerir la colaboración de los ayuntamientos. Si bien el estudio realizado por la universidad se circunscribe a la Ribera Alta, su intención es extender la aplicación de estos tratamientos que se prevén realizar entre abril y diciembre a toda la comarca en colaboración con la Mancomunitat de la Ribera Baixa.

La alarma generada en los últimos años por los efectos de la mosca negra -el mosquito tigre también se ha detectado, aunque de forma más puntual- y las voces que desde los ayuntamientos reclamaban al Gobierno valenciano una actuación decidida provocó que, en unas jornadas organizadas por la Conselleria de Sanidad y la Federación Valenciana de Municipios el pasado diciembre en Alzira, los técnicos de la conselleria respondieran que corresponde a los ayuntamientos combatir la presencia de estos insectos, que los tratamientos se deben realizar en invierno para que sean eficaces y de forma coordinada entre todos los municipios ya que, de lo contrario, los esfuerzos se diluyen.

Cristóbal García comentó que, recogiendo las recomendaciones de aquellas jornadas, la Mancomunitat encargó a la universidad un plan de actuación que incluye incluso la utilización de medios aéreos en los tratamientos -como ya se hizo en Sueca el pasado verano- y cuyo coste inicial se cifra en 132.000 euros en el ámbito de la Ribera Alta, por lo que busca recabar ayudas de otras Administraciones.

La actuación de vigilancia y control del mosquito tigre se plantea por los Laboratorios Lokímica como novedosa en España ya que contempla la instalación de trampas de monitorización en puntos críticos y enclaves idóneos de toda la comarca -desde cementerios a viveros donde puedan abundar cuencos en los que duerme el agua-, además de realizar inspecciones aleatorias en los imbornales de los municipios. Asume el compromiso de responder en menos de 24 a cualquier alerta ciudadana por la presencia de este insecto.

Los informes que baraja la Mancomunitat no confirman la presencia del mosquito tigre, aunque sí de la mosca negra y, además, de forma abundante y defienden que cualquier estrategia de control integral debe abarcar amplias zonas para que tenga éxito. En este caso se plantea una inspección de puntos críticos, especialmente en el río, y la realización de tratamientos periódicos. La empresa destaca que se trata de una actuación que sería pionera en la Comunitat Valenciana.

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