El Gobierno valenciano asume que para atender la demanda elevada en enero por el Ayuntamiento de Alzira para aumentar el caudal de agua procedente de la potabilizadora para evitar la mezcla con la que se extrae de los pozos se tendrá que duplicar el ramal que enlaza la tubería principal con el depósito regulador de Alzira y la canalización que baja desde esta balsa ubicada en el Respirall al conocido como Huerto del Inglés o de las aguas potables. Así consta en la respuesta remitida al consistorio por la dirección general del Agua, que apunta como solución a esta falta de capacidad de la red la instalación de nuevos ramales paralelos a los existentes por el mismo trazado «con el fin de poder servir dos veces más el caudal actual, sin sobrecargar de presión la impulsión general de salida de la estación potabilizadora y encarecer el coste del conjunto de los metros cúbicos totales a servir».
El concejal de Gestión Urbanística, Fernando Pascual, que dio cuenta del contenido de esta respuesta en un pleno reciente, ha incidido en que las obras de la conducción de agua «se dimensionaron mal ya que el anterior gobierno no tuvo en cuenta nunca que los alcireños pudieran recibir toda el agua potabilizada y únicamente contemplaba la mezcla».
Alzira recibe en estos momentos 1,3 hectómetros cúbicos anuales de la potabilizadora ubicada en la partida de la Garrofera, aunque el ayuntamiento elevó a principios de año una petición para que se aplicara esta asignación hasta 4 hectómetros cúbicos para evitar la mezcla de caudales, que emplazaba también a la dirección general del Agua a realizar los estudios necesarios para adaptar las infraestructuras existentes.
El ayuntamiento recibió en marzo la respuesta y durante la visita que el director general del Agua, Manuel allegue, realizó a Alzira en Fallas se concretó un poco más la próxima intervención, detalló el edil socialista, Fernando Pascual. El informe técnico de la conselleria admite por un lado la necesidad de desdoblar este ramal aunque también apunta que se trata de una inversión «reducida», que estima en torno a los 115.000 euros, «en comparación con la inversión total del conjunto de la infraestructura, de manera que la repercusión global sobre el metro cúbico es de segundo orden y casi insignificante, por tanto inalterable para el conjunto de la explotación».
La misiva firmada por allegue confirma que «no hay problema para llevar a cabo las obras necesaria» y que únicamente hará falta que los técnicos de la conselleria redacten un proyecto, si bien admite de que para ejecutar los trabajos de adaptación de la red para el nuevo volumen de agua solicitado será necesaria la autorización de la Confederación Hidrográfica del Júcar.
Fernando Pascual señaló que el ayuntamiento está a la espera de obtener esa autorización y comentó que, en base a la conversación mantenida con el director general en las pasadas Fallas, la conselleria ha asumido el compromiso de redactar el proyecto antes del verano «y esperamos que las obras se puedan realizar a lo largo de 2015». El concejal de Gestión Urbanística se mostró muy crítico con los anteriores gobiernos populares tanto en la Generalitat como en el ayuntamiento por haber diseñado una canalización insuficiente que sólo contemplaba la mezcla de agua -el objetivo era bajar el índice de nitratos, pero el tripartito persigue ahora que toda el agua que se distribuye sea potabilizada- y, porque según dijo, «ni siquiera era cierto que la mezcla fuera al 50 % y aún hoy un 70 % del agua es de los pozos y un 30 de la potabilizadora».