También el sector de hospedaje de interior sufre competencia desleal por parte de viviendas que se alquilan a turistas a pesar de no contar con los pertinentes permisos (y, por tanto, controles) de las administraciones competentes. Las grandes viviendas de algunos pueblos facilitan su alquiler y su uso dirigido a los turistas, lo que los representantes consultados consideran que se debe perseguir para lograr el máximo beneficio de los clientes, a la postre los más beneficiados por la regulación. Es una situación similar a la vivida con los pisos de alquiler en Cullera. Las casas rurales y albergues sirven para cubrir la demanda de visitantes que buscan una habitación más barata que en los hoteles en los fines de semana de todo el año.