La joven 18 años Estrella Irina del Valle Verasy, buscada por la policía tras denunciar la familia que desconocía su paradero desde el pasado domingo, se puso a mediodía de ayer en contacto con su familia y sus amigas para indicarles que se encontraba bien y que no había regresado hasta ese momento a su domicilio por voluntad propia. Al ser mayor de edad, nada puede, desde el punto de vista legal, reprochársele.

De nacionalidad argentina, aunque residente junto a su familia en Algemesí, Estrella acudió el sábado al certamen de paellas enmarcado en las fiestas patronales de San Onofre y fue vista por última vez por la noche en un pub del barrio del Carrascalet, según aseguraron varios testigos, que también comentaron que había abandonado el local en compañía de un amigo.

Su rastro se había pérdido desde entonces. Su familia,muy preocupada por su ausencia, dio cuenta de su desaparición a las autoridades locales, que montaron un dispositivo de búsqueda. La joven tampoco respondía a las llamadas de sus amigas, que junto a los familiares de la joven se movilizaron para buscarla. Se facilitó su descripción física. «Es una persona de una estatura ligeramente superior a 1,60 metros, de unos 70 kilogramos, con un piercing en la nariz y tez morena. Tiene un marcado acento argentino», señalaba el texto del mensaje de alarma lanzado a través de los medios de comunicación y las redes sociales.

La policía trató de localizar al joven que, supuestamente, se había marchado con ella del pub y trató de reconstruir las últimas horas para buscar pistas que condujeran a su paradero. A mediodía de ayer, sin embargo, el operativo se interrumpió al dar la propia Estrella señales de vida. La familia agradeció la ayuda pero evitó realizar comentarios para que se respetase la privacidad.