El agua vuelve a brotar desde anoche de la fuente del Carrer de l'Aigua de Cullera. La restauración de este emblemático espacio urbano ha incorporado, además, novedades, con un espectáculo de luces y música. La fuente, dispuesta en forma de escalera, sirve de entrada al barrio de la Ràpita a través de la Plaza Andrés Piles y es quizá la calle más fotografiada de la ciudad por su diseño en trencadís valenciano, lo que la convierte en un icono del municipio. Ahora, este atractivo arquitectónico se ve incrementado con la incorporación de luces led de colores y música. Cada tarde-noche, a las horas en punto, la fuente proyecta el espectáculo. La intención es atraer la atención de los visitantes para que puedan asistir a los pases, grabarlos, fotografiarse y difundir el material a través de las redes sociales o, simplemente, tener un recuerdo de la ciudad. Y es que la fuente se emplaza en un punto estratégico de mucho paso, entre el barrio de San Antonio y la Vila, lo que la hace visible y contribuye a convertirla en un nuevo atractivo de la capital turística de la Ribera.

Fuerte simbolismo

La restauración también está llena de simbolismo. Por un lado, el gobierno municipal ha «rescatado» la fuente después de años de abandono. Poco tiempo después de ponerse en funcionamiento, empezó a dar problemas por varias filtraciones. La administración local de entonces decidió cerrarla y la fuente sufrió numerosos actos vandálicos. Con motivo del 25º aniversario de la empresa Aigües de Cullera, la firma gestora del agua potable y el consistorio convinieron la necesidad de recuperarla y la restauración fue financiada íntegramente por la compañía.