La acumulación de agua en las vigas se postula como la causa del derrumbe acontecido el pasado sábado en una vivienda de la calle Malva de Alzira, incidente que se saldó sin heridos ya que sus propietarios habían salido de la vivienda minutos antes. Mercedes Cortés, dueña del inmueble, reconoció ayer sentirse «indefensa y desamparada» tras lo ocurrido. En estos momentos se ha trasladado a casa de uno de sus hijos, donde espera los resultados del informe de peritaje que le desvelen el devenir de su hogar. «Al menos teníamos alternativa, de lo contrario estaríamos en la calle», lamentó.

«En el pasado ya hicimos reparaciones en el techo, pero no nos esperábamos que nos pasara una cosa así. Menos mal que nos pilló fuera de casa», explicó ayer. Según relató, todo apunta que un exceso de agua en las vigas provocó el hundimiento del tejado de la vivienda. «Los expertos nos han dicho que estas vigas antiguas son como si fuera porcelana, muy poco resistentes, por eso se dejaron de utilizar», añadió la propietaria del inmueble, que en estos momentos no es habitable ya que, a la espera de informes precisos, existe el riesgo de que se produzca un nuevo accidente.

«Parece ser que las últimas lluvias terminaron de estropear la terraza», aseguró Cortés, que se mostró preocupada, precisamente, por los pronósticos que auguran fuertes episodios de precipitaciones durante los próximos días: «Vamos a taparlo con un plástico grande para evitar que entre más agua y el estropicio sea aún mayor».

Los escombros cayeron sobre el suelo de una estancia que, a su vez, es el techo del primer piso. Pese a que el pasado sábado, día en el que se produjo el incidente, se apuntaló la zona afectada para poder entrar y coger ropa y otros enseres, sobre Mercedes y su marido pesa el temor ante la incertidumbre: «Al caer todo sobre el piso, no sabemos si esa zona también estará afectada y tendremos que tirarlo todo. Esperemos que no», aseguró.

«Estamos indefensos»

Pese a que son conscientes de lo afortunados que fueron ya que cuando se produjo el incidente no se encontraban en el hogar, también es cierto que incluso la suerte es una moneda de dos caras. En este caso, con una parte terrible en el aspecto económico. Ahora, su mayor preocupación es saber «cuánto va a costar 'la broma'».

«Estamos totalmente indefensos. Nos ha pasado esto y no hemos recibido ayuda de nadie, esperábamos que quizás el ayuntamiento se interesaría por nosotros, pero ni eso. Encima, cuando ocurren desgracias como esta, las compañías de seguros siempre desaparecen y no responden», lamentó Mercedes.