Sobre el papel, la elección de Andreu Salom y Jordi Mayor como diputados provinciales tiene poca discusión. Pero la realidad es que ha generado un verdadero rechazo y son numerosas las voces críticas dentro del PSPV que no ven con buenos ojos que la decisión se tomase sin tener en cuenta a las ejecutivas y los comités comarcales. El malestar es tal que incluso se ha iniciado una recogida de firmas para exigir que se respeten las propuestas. Aunque en los próximos días se llevarán a cabo varias reuniones a nivel interno, resulta complejo que se dé marcha atrás. Para poner fin al conflicto, el alcalde electo de Almussafes (que fue el elegido por los militantes de la Ribera Baixa), Toni González, propuso ayer la posibilidad de compartir el escaño, dos años cada uno. «No sería la mejor solución, pero sería una solución, al menos hasta que se modifiquen los estatutos», adujo al respecto el socialista almusafense.
Si se hubieran aceptado las propuestas presentadas por las direcciones comarcales, Neus Garrigues y González habrían sido los representantes de la Ribera en la diputación. No obstante, la ejecutiva provincial se decantó por Andreu Salom y Jordi Mayor. La situación ha generado un malestar en hasta ocho comarcas, entre ellas las ribereñas, que va en aumento. Los críticos con dicha decisión entienden que se ha silenciado a las bases, lo que va en contra de los principios promulgados por el secretario general del PSOE. «Pedro Sánchez nos ha enseñado que son los militantes los que tienen la fuerza en el partido y eso debería estar muy presente en todas las decisiones», comentó al respecto Garrigues.
Mayor defendió que el reglamento federal determina que es la ejecutiva provincial la que elige el diputado, a lo que González respondió en una línea similar a lo argumentado por Garrigues: «Es cierto que Jordi obtuvo un gran resultado electoral que ha ayudado a mantener el diputado, pero tiene muchos menos militantes. Él apostó por Susana Diaz y no entendió cómo Sánchez quería dar voz a la militancia, pero gran parte de la comarca sí y por eso le dio su apoyo. Es lógico que defienda decisiones unilaterales, pero no es justo que se haya silenciado así a la militancia».
Garrigues, por su parte, aseguró que intentó hablar con Salom el día que se anunció la elección y que éste no le ha devuelto aún la llamada. Con todo, tanto ella como González han observado ciertos movimientos conciliadores que abogan por el diálogo, aunque si las conversaciones no son fructíferas harán uso de la significativa cifra de firmas que han logrado.
«No pensábamos que la secretaría de organización federal tendría estos gestos, pero el hecho de que quieran que nos sentemos a hablar demuestra su buena voluntad, aunque eso no implica que al final haya negociación. Esta situación, no obstante, evidencia que los cambios son necesarios. No puede ser que cualquier otra toma de decisiones se plantee a las bases y esta no. Es totalmente contradictorio con los ideales de participación que llegue la ejecutiva provincial y tome sus decisiones a dedo», arguyó González.
El amusafense consideró que la mejor opción sería «hacer respetar el resultado de la ejecutiva y el comité comarcal», aunque planteó para un futuro la posibilidad de hacer una pequeña campaña entre aquellos que se postulen a ocupar el escaño.