El Ayuntamiento de Cullera ha iniciado la reestructuración del paseo marítimo para ganar espacio para las terrazas de bares y restaurantes con el objetivo de conseguir así que mantengan su aforo al tiempo que se garantizan las medidas de prevención del contagio. La iniciativa, que cuenta con el beneplácito del sector, está encaminada a favorecer la actividad de la hostelería una vez se entre en la Fase 1 de desescalada.

Las obras forman parte del plan de choque del consistorio para convertirse en un destino turístico activo y seguro ahora que empiezan a reabrirse algunos de los sectores que impulsan la economía local y a las puertas de la eliminación de algunas de las restricciones a la movilidad, lo que de entrada supone que Cullera podrá recibir desde ese momento visitantes de la provincia.

El concejal de Urbanismo, Bernat Escolá, ha explicado que se han habilitado unas pasarelas entre los setos de arbustos que dividen el paseo longitudinalmente. El objetivo con esta actuación no es otro que mejorar el acceso a las terrazas para que la gente pueda cruzar con facilidad y cumplir con la distancia seguridad que tienen que guardar las diferentes mesas. Con ello se da más superficie a los bares y restaurantes.

El alcalde de la ciudad, Jordi Mayor, ha informado que estas medidas están plenamente consensuadas con el sector hostalero. Además, ha añadido que, entre otras, con esta acción se persigue «disminuir ese prejuicio de no poder llegar al completo del aforo aumentando el espacio de colocación de mesas y sillas que haga más rentable su apertura».

Mayor sostiene que «Cullera ha hecho los deberes» y ha estado implicada durante muchas semanas para preparar todos los escenarios posibles para que «nadie se quede atrás». El dirigente municipal ha destacado que se ha actuado desde la responsabilidad y el pragmatismo.