Se repiten en Sollana la misma polémica política que tuvo lugar en Sueca aunque con diferentes protagonistas. Si en la ciudad arrocera era Compromís quien criticaba al equipo de gobierno formado por PSPV y Ciudadanos por una placa inaugural, ahora son los socialistas de Sollana quienes reprochan el mismo gesto al Partido Popular sollanero.

El pasado día 31 de julio se inauguró la reforma del centro de salud de Sollana, acto que contó con la presencia de la gerente del área sanitaria de la Ribera, Liliana Fuster. El alcalde, Vicente Codoñer, la concejala de Sanidad y Fuster descubrieron una placa conmemorativa de metracrilato que mencionaba a la regidora, Laura Fortea y al presidente de la corporación municipal. 

Ahora, los socialistas de Sollana ha mostrado su extrañeza ya que la placa no hace mención alguna a la gerente del área sanitaria de la Ribera ni tampoco a la Generalitat, que es quien aportó los fondos económicos para financiar la reforma.

El PSPV reclama al PP que lea el Diario Oficial del 28 de mayo de 2018, que recoge en el artículo 5 la prohibición de instalar placas conmemorativas o similares que hagan referencia a cargos electos o altos cargos que hayan participado en la decisión de su construcción o puesta en marcha.

En este contexto, los socialistas reprochan al alcalde y a la concejala de sanidad que organizaran un acto que está expresamente prohibido pese a tratarse de dos cargos electos que «cuestan a todos los vecinos cerca de ochenta mil euros anuales». El PSPV no pretende denunciarlo, pero exige que los costes de colocar la placa y de quitarla sean sufragados por Codoñer y Fortea y que el dinero se destine a obras sociales.