El maestro alzireño de Educación Infantil y Primaria David Salvador Sáez se ha propuesto que los niños aprendan a valorar las matemáticas con las letras. Ha publicado un libro que, con una fuerte carga pedagógica y didáctica, se sitúa entre dos mundos: «el iterario y el educativo». Se trata de un cuento fantástico que transcurre entre el planeta Pitagórico y la Tierra. Está indicado para los alumnos de entre siete y doce años, aunque puede ser una fuente de inspiración para cualquier padre o docente.

«Este libro ofrece la posibilidad de trabajar contenidos de las áreas curriculares, al mismo tiempo que se disfruta de la lectura», apunta el autor, que también lo considera «perfecto para el plan de fomento lector de los centros, ya que contribuye a que quien lo lea entienda que las matemáticas su útiles en la vida, ofrece la posibilidad de conocer ecosistemas del mundo y permite el conocimiento de contenidos culturales», destaca el profesor de Alzira.

El cuento, que ha sido seleccionado por la plataforma Infolibros como uno de los mejores libros infantiles y recomendado por la revista líder en España sobre innovación pedagógica «Educación 3.0’», también resulta atractivo al presentar ilustraciones propias del universo de los dibujos animados», añade el escritor,

El relato se sumerge en el mundo mágico del planeta Pitagórico, donde vive un dragón de las matemáticas llamado Numeratró. «Si quieres conocer la historia que hay detrás, prepara las maletas para emprender junto con este simpático dragón, un intrépido viaje que te llevará por los 5 continentes de la Tierra en busca de los diez números robados por un murciélago llamado Eqüatró», explica el docente alzireño.

David Salvador completa ahora sus estudios con un máster en Psicopedagogía. Lleva 15 años en el ámbito de la enseñanza pública valenciana. Con su nuevo libro invita a los niños a surcar «una fantástica travesía para descubrir preciosos parajes del planeta azul, además de conocer los diferentes personajes que ayudarán a Numeratró en la investigación incansable de los números robados.