Cullera se ha convertido en los últimos años en un punto neurálgico y una cita ineludible para los autocaravanistas. No en balde, se han llegado a contabilizar junto a la desembocadura del Xúquer hasta 250 vehículos de este tipo. Todo gracias a las bondades de un clima y un enclave idílicos para disfrutar del turismo a cuatro ruedas. Hoy ya no sucede lo mismo. El ayuntamiento se ha limitado a cumplir con la legalidad. Y con eso ha sido suficiente para frenar el avance de este turismo. El consistorio ha intentado actuar de forma legal con los propietarios de estas caravanas siguiendo siempre la normativa autonómica, que aclara las posibilidades para su estacionamiento. 

La propia ordenanza municipal del ayuntamiento de La Ribera Baixa define como vehículo vivienda a todo vehículo apto para circular por las vías o terrenos, construido o habilitado para pernoctar en él, así como cualquier otro vehículo que sin estar habilitados sirva para este fin. Se considera que una autocaravana está aparcada «cuando está en contacto con el suelo a través de las ruedas y no están puestas las patas estabilizadoras ni cualquier otro artilugio manual o mecánico».

A su vez, se especifica que no debe ocupar más espacio que el propio de la autocaravana en marcha: que no hayan ventanas abiertas y/o elementos proyectables que puedan invadir un espacio mayor que el perímetro del vehículo. Según la propia ordenanza municipal también se regula que «un vehículo no podrá estar estacionado en el mismo lugar de la vía pública por un tiempo superior a un mes».

Este punto concreto es que el hace que los agentes de la policía local tengan que visitar las caravanas para informarles de la ordenanza municipal, advirtiéndoles de que el plazo de estancia en un mismo lugar está limitado así como de la imposibilidad de utilizar elementos externos de la propia autocaravana. Cabe destacar también que Cullera ha señalizado como zona de aparcamiento prohibido de autocaravanas la calle Enrique Chulio. A raíz de la publicación del Decreto 10/2021 de 22 de enero en el cual se regula el alojamiento turístico en la comunidad Valenciana, se generó cierto malestar en el sector autocaravanista. La Generalitat emitió un comunicado, publicado por parte de la dirección general de Turismo, en el que se aclaraba que el estacionamiento de autocaravanas quedaba excluido del ámbito de aplicación del artículo en el cual se hablaba de acampada libre, diferenciando la misma del estacionamiento que realizan los vehículos autocaravanistas.

El malestar generado en el sector estaba motivado por el hecho de incluir a las caravanas, que son vehículos reglados, en la misma categoría de otros elementos de acampada libre.

La propia dirección general de Turismo matizó que «en dicho artículo se excluye el estacionamiento con o sin intención de pernoctar de las autocaravanas, puesto que no prohiben y regula el estacionamiento de esos vehículos dado que dicha cuestión no es competencia de la administración turística».

Sigue por tanto en pie el hecho de que las autocaravanas pueden estacionar libremente como cualquier otro vehículo, no pudiendo hacer uso de las extensiones que suelen llevar para no tener que invadir la vía pública, lo que sí sería sancionable. 

La comunidad ‘camper’ se ha mostrado satisfecha por la aclaración: «Se planteaba cierta ambigüedad en su interpretación. Ahora queda claro que no está prohibido aparcar y dormir libremente fuera de los campings o de las áreas de pernoctación en tránsito para las autocaravanas».

Turismo de actualidad 

El caravaning es el nombre que se le da al hecho de viajar por el mundo con la casa a cuestas. Este fenómeno viene de los años 80 cuando estaba de moda viajar en autocaravana, pero desde hace un tiempo se ha ido incrementando cada vez más. Además, cada vez es mas normal encontrar grupos o comunidades con los que poder intercambiar consejos y rutas.