Compromís ha ofrecido, a lo largo del verano, dos propuestas de pacto a los socialistas para implantar en el municipio el modelo de coalición que ambas formaciones políticas mantienen para gestionar la Generalitat. Esta vía permitiría estabilizar la gestión municipal, dado que los nacionalistas gobiernan ahora en minoría, pero los socialistas han rechazado todas las alternativas.
Compromís sostiene que con un presupuesto prorrogado desde 2018, «ha sido capaz de llevar adelante el programa electoral en más de un 90% en los 2 años que gobierna en minoría, a lo que hay que añadir además otros proyectos y programas que están dando una calidad de vida a todo el vecindario tanto en el ámbito social, cultural, festivo, educativo o económico a pesar del contexto sanitario generado por la covid-19».
También opina que la acción política que desarrollan tanto el PP como el PSPV «es nula al no haber presentado propuestas que mejoren la localidad ni haber realizado aportaciones o enmiendas positivas que favorezcan un mayor bienestar social».
Sin embargo, pese a esa autocomplacencia, los dirigentes de Compromís convocaron a finales de julio a los portavoces locales del PSPV, Rafa Gisbert y María Isabel Morató, «para evitar una posible entrada de la derecha e intentar una vía de aproximación política». La respuesta socialista planteaba condiciones: la dimisión de la alcaldesa, Oro Azorín, y de la concejala María José Malonda, para proponer un gobierno con siete concejales, es decir los dos socialistas anteriormente mencionados, José Vicedo, Isabel Borràs, Arturo Escrig y dos concejales de la lista de Compromís. En esas condiciones, la alcaldía quedaría en manos de Gisbert.
Compromís no aceptó la contrapropuesta socialista y ofreció dos alternativas. La primera formar un equipo de gobierno con los siete concejales de ambas formaciones que se repartirían las áreas de gestión mientras que Oro Azorín se mantendría como alcaldesa y Rafa Gisbert sería nombrado primer teniente de alcalde.
Apartarse los dos
La segunda alternativa introducía un matiz : «En vista de que las desavenencias no son programáticas ni políticas sino personales», Compromís aceptaba «en beneficio de la izquierda» seguir negociando un posible acercamiento entre ambas formaciones» y planteaba la dimisión de Azorín y Gisbert para formar un nuevo equipo de gobierno entre ambas formaciones y repartirse la alcaldía los dos años que quedan entre José Francisco Vicedo y María Isabel Morató en la parte proporcional de los votos obtenidos en las elecciones de 2020.
Pero los socialistas consideran que las ofertas de pacto de Compromís «llegan mal y tarde». En este contexto, recuerdan que ante los resultados electorales de 2019, el PSPV de Favara lanzó varias propuestas a los nacionalistas que no fueron aceptadas. También destacan que acataron ceder la alcaldía a Compromís desde las elecciones de 2015 «a cambio de nada». Y subrayan que a posteriori «los nacionalistas ofrecieron algunas áreas para que el PSPV accediera al gobierno para garantizar una mayoría suficiente que permitiese trabajar de forma programática». También lamentan que «en el último tramo de la anterior legislatura Compromís pasara a hacer partidismo con un claro objetivo electoral, bloqueándose el trabajo de las áreas gestionadas por los socialistas, retirando competencias de ocupación a un concejal e intentando enfrentar a los vecinos con los concejales socialistas».
Asimismo, afirman que con los presupuestos municipales prorrogados desde 2018 «no se ha visto voluntad política» por parte de Compromís para alcanzar un pacto tras «dos reuniones sin sentido». Del mismo modo, reprochan que en el Ayuntamiento de Favara «no se haya tenido en cuenta para nada la opinión que pudiese tener el PSPV con respecto a temas claros para el bienestar de la localidad».
«Infravalorar» al PSOE
Pese a las propuestas que les ha hecho llegar Compromís, los socialistas se extrañan y muestran «su sorpresa de que después de dos años de legislatura ahora las inquietudes indispensables de Compromís pasan por una vía de acercamiento político para contener una hipotetica subida de otras fuerzas políticas cuando se ha ignorado e infravalorado el peso político de la formación local del PSPV de Favara, componente también del Pacto del Botánico y de izquierdas».
Con estos antecedentes, los socialistas afirman que cuando entró el actual equipo de gobierno en 2019 Compromís no valoró en ningún momento la posibilidad de mimetizar el Pacto del Botánico «y en cambio ahora intenta ponerlo por bandera para conseguir un pacto que lo único que puede hacer es beneficiar políticamente a los nacionalistas».
No obstante, la agrupación local del PSPV ha querido agradecer «el interés por las propuestas realizadas por parte del actual equipo de gobierno municipal de Favar», aunque insisten en rechazarlas al interpretar que son ofertas «que llegan tarde y mal».