Síguenos en redes sociales:

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La tore y las ruinas del castillo de Llombai, en una imagen de archivo. | VICENT M. PASTOR

Llombai alerta del riesgo de derrumbe "inminente" de la torre del siglo XII

El alcalde reclama una subvención supramunicipal «urgente» para mantener en pie los restos del antiguo castillo árabe de Alèdua

El alcalde de Llombai, José Forés, alertó ayer del elevado estado de deterioro que sufre la histórica Torre Alèdua y que, según su alegato, podría estar al borde de un «derrumbe inminente». Por ello, reclamó ayuda supramunicipal con la que afrontar una inversión que se escapa de su capacidad económica.

«La Torre Alèdua de Llombai necesita de una ayuda de emergencia para poder sobrevivir y en caso de no realizarse tememos por un derrumbe inminente que acabe con siglos de historia», manifestó Forés sobre la problemática que afecta al histórico torreón del siglo XII. El alcalde explicó que durante los últimos meses se ha puesto en contacto con varias administraciones valencianas para poder recibir la subvenciones necesarias para acometer una reforma y consolidación integral de la torre. Sin embargo, y según denunció el alcalde, las diversas consultas realizadas tanto a la Diputación de Velencia como a la Generalitat Valenciana han acabado con la misma respuesta: no existen fondos previstos para dicha consolidación, por lo que se teme que no se pueda realizar una actuación de emergencia y se ve peligrar su futuro.

«La Diputación, la Generalitat e incluso el ministerio deben aportar fondos para asegurar el futuro de la Torre Alèdua de Llombai porque es un patrimonio de todos y porque habla de nuestra historia, de quiénes somos. No pueden dejar solo a un ayuntamiento humilde como el nuestro. Ahora es el momento de que la Diputación, la Generalitat Valenciana y el Gobierno de España aporten fondos para que este bien patrimonial pueda ser disfrutado en los siglos venideros», adujo Forés.

La torre es de titularidad municipal desde principios de año. A finales de 2020, el consistorio alcanzó finalmente un acuerdo que llegaba persiguiendo desde hacía décadas para arquirir la torre, que se encontraba en manos privadas. El ayuntamiento compró el elemento patrimonial por 200.000 euros, que paga a plazos para evitar endeudarse. Por lo que ya ha realizado un esfuerzo inversor considerable que, a su juicio, debería complementarse con el de administraciones superiores. Todo, con un único objetivo: garantizar su protección.

La construcción domina el territorio desde lo alto de una loma. La torre, del siglo XII y sometida a un proceso de desgaste agravado por la intensidad adquirida en los últimos años por los fenónomenos meteorológicos que azotan la comarca, se encuentra en un deficiente estado de conservación, aunque la densidad de sus muros le ha permitido convertirse en la única estructura del viejo castillo medieval que permanece dignamente erguida más de ocho siglos después de su construcción.

Similar a otras atalayas que todavía se conservan

La Torre Alèdua tiene una base cuadrada de 7,3 por 7,3 metros y una altura aproximada de 16,5 metros sobre el terreno circundante. Es muy similar a las de los demás castillos y torres de vigía árabes diseminados por la comarca, entre las que todavía se pueden observar, por ejemplo, la Torre Muza de Benifaió o la Torre Espioca de Almussafes. De hecho, los granados silvestres que crecen alrededor del castillo dan fe de la construcción de esta atalaya-fortaleza por parte de los árabes, ya que fueron ellos, precisamente, los que introdujeron el cultivo de granados en la península ibérica.

Esta es una noticia premium. Si eres suscriptor pincha aquí.

Si quieres continuar leyendo hazte suscriptor desde aquí y descubre nuestras tarifas.