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Representantes del sector en las jornadas informativas. | ÓSCAR ORZACO

El comercio fía a la lucha biológica la batalla contra el "cotonet" del caqui

Aekaki pide autorización para contar con insectarios propios y multiplicar los depredadores

La situación es muy delicada. El sector del caqui atraviesa una de las peores etapas desde que empezó su comercialización unos 25 años atrás. El principal dolor de cabeza para comercios y agricultores es la plaga del «cotonet» («pseudococcus longispinus), unas cochinillas algodonosas que se insertan en los frutos y que impiden su comercialización. Una de las soluciones que plantea el sector es la introducción en los campos de depredadores naturales de este insecto, lo que permitiría evitar la dependencia de los productos químicos, cada vez más restringidos por las normativas sanitarias europeas.

«Hay un depredador natural que se llama ‘cryptolaemus’, que podría funcionar, pero de momento estamos hablando con la Conselleria de Agricultura para que nos dejen crear nuestros propios insectarios. Para esta temporada está todo perdido», reconoce Pascual Prats, presidente de la asociación española del caqui (Aekaki), una entidad que agrupa a cerca de medio centenar de comercios, que el jueves celebró en Alginet unas jornadas informativas.

La lucha biológica ya se ha implementado en otros productos como los cítricos, con la obtención de buenos resultados sin la necesidad de tener que usar productos químicos. No obstante, el presidente de Aekaki aseguró que con esto no bastaría, y que hace falta autorización por parte de la Generalitat para el uso de químicos que puedan acabar con la plaga.

En esta línea, el técnico del Servicio de Sanidad Vegetal de la Conselleria de Agricultura, José Vicente Bolinches, uno de los ponentes en la mesa redonda que cerró la jornada, comentó durante su intervención que la plaga del «cotonet» es «muy difícil de controlar» y que no es factible probar productos químicos nuevos, si no que hay utilizar aquellos que ya se han empleado con éxito en otros frutos.

La voz más crítica de todas en el coloquio fue la de Bernardo Ferrer, vicepresidente segundo del sindicato AVA-Asaja. «Lo que no es posible es que un sector que representa el 52% de toda la producción de caqui en el mundo y que supone el 90% de la producción a nivel europeo no tenga el apoyo institucional que requiere su magnitud».

A la jornada informativa del caqui celebrada en Algient asistieron los principales representantes del sector, que hicieron balance del presente y futuro del sector.

Una nueva llamada a la unidad del sector

Durante la jornada informativa del caqui celebrada en Alginet, las asociaciones, empresas y agricultores llegaron a la conclusión de que el futuro del sector depende de la unidad del mismo. Hubo unanimidad en reclamar una mayor financiación, recursos y tecnologías por parte de la Generalitat Valenciana. Además, se comentó la necesidad de crear una red articulada de datos, con el objetivo de que todo el mundo disponga de la información global del sector.

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