La Conselleria de Educación ha retirado finalmente las últimas piezas que quedaban de las aulas prefabricadas del colegio Batallar, que dice adiós a los barracones después de once años. Se trata de los únicos barracones históricos que había en l’Alcúdia, que fueron a parar al colegio más céntrico del pueblo y el que menos espacio de patio tiene de los tres colegios públicos. Los primeros prefabricados que se pusieron en Batallar llegaron en el año 2010, se trataba de una aula y un módulo de servicios. En 2012 se añadió una segunda aula y una pasarela que unía estas tres instalaciones.
Las obras del Pla Edificant han permitido prescindir al fin de estas aulas prefabricadas y ganar 150 metros cuadrados para el patio, al añadir tres aulas y unos baños en la zona de infantil, además de mucho espacio de almacenamiento. Gran parte del claustro, 21 de los 24 miembros, no conocía el patio de la escuela totalmente diáfano y solo los tres veteranos, entre ellos el director de la escuela, que ocupó el cargo el mismo año que pusieron los prefabricados, lo conocieron sin estos módulos. Lo mismo pasa con los alumnos, cuando entraron en la escuela los niños que ahora están en sexto ya estaban los barracones.