El colectivo la Ribera en Bici-Ecologistes en Acció ha solicitado al Ayuntamiento de Alzira que elimine la línea eléctrica que cruza el paraje natural de la Murta, para garantizar la seguridad del paraje y proteger la diversidad botánica del valle, convertido en uno de los pulmones verdes de la ciudad y en un paraiso de los senderistas por la frondosidad del bosque y las vistas que ofrecen sus cumbres.
La asociación ecologista reclama la retirada del cableado, las torres y transformadores, y propone que se instalen «placas solares y la baterías necesarias» para suministrar la electricidad que precisa el paraje, que está protegido desde que fue declarado Paraje Natural Municipal.
El tendido eléctrico de mediana tensión penetra unos 800 metros dentro de la finca forestal hasta alcanzar la casa solariega situada junto a las ruinas del monasterio que regentaron los monjes jerónimos y vivió siglos de esplendor gracias a la influencia de la familia Vich hasta que fue desamortizado por Mendizábal en el año 1835. La finca pasó entonces a manos privadas hasta que la adquirió el Ayuntamiento de Alzira en 1989.
Los ecologistas consideran que que la línea eléctrica «está totalmente fuera de lugar» porque podría «ocasionar un incendio forestal y además degrada y ensucia el bello paisaje natural» del valle alzireño, cuya riqueza y variedad botánica está reconocida por los especialistas.
Como alternativa para garantizar el suministro eléctrico que necesite el paraje, los ecologistas recuerdan que «resulta menos peligrosa, sin impacto paisajístico y más barata la autogeneración fotovoltaica, de forma que podrían instalar las placas necesarias dentro del recinto de la casa señorial, que está protegida y separada de los caminos adyacentes por muros altos y tiene anchas áreas muy soleadas». Y si se necesita también corriente por la noche, se puede «instalar en algún rincón la correspondiente batería», concretan. «La instalación se amortizaría en pocos años»,concluyen.