“El perro empezó a ladrar, salió mi mujer a ver qué pasaba y se encontró con la vaca de cara, al otro lado de una mesa. Fue un susto muy grande, se metió corriendo en casa sin mirar si quiera si la vaca hacía ademán de algo y nos dijo que fuera había un toro. Yo me asomé, vi que estaba allí y llamé a la policía, pero al momento estaban allí. Abrir la puerta y encontrarte algo así es algo que no te esperas en la vida”.
La carrera alternativa de la vaquilla que el sábado se escapó alrededor de las 15 horas del recinto en el que Benimodo celebraba sus fiestas taurinas finalizó en un campo de caquis que rodea un chalet en el término de Carlet, donde tras la sorpresa inicial de los propietarios quedó encerrada, aunque todavía tuvieron que pasar varias horas y algunos intentos de conducir a la res al camión de la ganadería, lo que finalmente se consiguió cerca de las 23 horas y después de que un veterinario le lanzara un dardo anestésico con una cerbatana.
Una vaca se escapa y recorre las calles de Benimodo
“Mi hija acababa de entrar y aún no había cerrado la puerta y en ese momento la vaca se metió”, relató ayer el propietario de la parcela agrícola, un campo de alrededor de tres hanegadas y media totalmente vallado, lo que permitió mantener la vaca bajo control.
El alcalde de Benimodo, Paco Teruel, que salió en persecución de la vaca cuando se coló por una de las barreras que cerraban el recinto junto a los festeros, Policía Local -participaron agentes de Benimodo, Carlet y l’Alcúdia-, efectivos de Protección Civil de Llombai y Guardia Civil, relató que la vaca estuvo en todo momento “localizada” y que incluso se utilizó un dron para evitar situaciones de riesgo. Teruel detalló que no se habían cumplido dos horas de la fuga cuando quedó encerrada en este campo “sin posiblidad de hacer daño”.
La vaca estuvo en todo momento localizada, incluso utilizamos un dron en la persecución
“Para lo que podía hacer sido, no fue nada, poca cosa. Un susto, algunas ramas rotas y algún tramo de valla abollado”, resumió el propietario de la parcela, que confirmó la resistencia de la vaca a subir al camión pese a que se habilitaba con vehículos una especie de pasillo para dirigirla al vehículo del ganadero.