Los tapones que la Cafetería Bar Villalonga recogió para el reciclaje se han convertido ahora en una señal para indicar los aseos. Iniciativas como esta la llevan a cabo desinteresadamente tres jóvenes de la Safor, Plàstic Preciós. En realidad es un
Se trata de recoger residuos plásticos, especialmente aquellos que tienen una vida útil corta, y transformarlos en objetos útiles y cotidianos de mayor duración, en su mayoría decorativos, como un reloj, pendientes, o pomos para cajones. Para ello tienen cuatro máquinas, una trituradora, una extrusora (que lo transforma en hilo) y dos moldeadoras.
Empezaron hace tres años como una afición, y en principio su objetivo es concienciar, ya que las máquinas no permiten una producción industrial. El taller está ubicado en el Aula de la Natura, en un local cedido por el ayuntamiento. Acuden a colegios, eventos y festivales relacionados con el medio ambiente.