La alcaldesa de Gandia, Diana Morant, en una posición que ayer también fue avalada por el vicealcalde, Josep Alandete, ha solicitado a la Autoridad Portuaria de València (APV) que, para desbloquear definitivamente el Plan Director de Infraestructuras del Puerto de Gandia, mantenga la ampliación prevista en el sur de la terminal marítima, pero se olvide, en la medida de que sea posible, del ensanche que se diseñó en la zona norte.
La intención de Gandia se explica en tres argumentos. Por una parte, lo de la zona norte ya no tiene sentido porque surgió en 2008 como un gran club náutico y ahora ya no existe interés de capital privado para invertir en esa obra.
En segundo lugar, el ayuntamiento sí considera fundamental que la APV impulse el ensanche sur, donde se habilitaría una nueva terminal para buques de mayor envergadura y calado. Eso posibilitaría el incremento del tráfico marítimo y garantizaría el futuro de la actividad económica portuaria.
Y, en tercer lugar, quizás lo más importante, porque el impacto ambiental que supone ampliar solo la parte comercial, desestimando la «panza» que se iba a construir al norte del puerto, es prácticamente nulo.
Así, el Plan Director del Puerto, tal y como ahora lo defiende el Ayuntamiento de Gandia, no supondría ninguna merma añadida a la ya actualmente existente en la transición natural de sedimentos en dirección norte-sur, de manera que no incrementaría el problema de la regresión de las playas que, como resulta obvio, tanto preocupa a los ayuntamientos de Daimús, Guardamar de la Safor, Bellreguard, Miramar, Piles y Oliva.
La alcaldesa Morant, en una rueda de prensa junto al vicealcalde Alandete, señaló que el macroproyecto del gran club náutico, que suponía la demolición parcial y la modificación de la escollera que protege el puerto de Gandia por el norte, «no es de estos tiempos», y añadió que el ayuntamiento de la capital de la Safor seguirá siendo «sensible» con los municipios del sur para que, entre todas las administraciones implicadas, se estudien, diseñen y ejecuten las actuaciones necesarias para frenar y corregir la regresión de las playas.
La primera autoridad local insistió en que esta es «una postura de todo el Gobierno local», que integran PSPV-PSOE y Compromís Més Gandia Unida, y no ocultó que, para el desarrollo comercial del puerto de Gandia, es necesario mantener la ampliación sur, porque así lo demanda la APV, porque también es defendida por los empresarios y porque no tendría lógica congelar ahora la actividad portuaria cuando el Ministerio de Fomento y la APV han invertido millones de euros para promocionar justamente lo contrario. Solo a la carretera de acceso sur al puerto, inaugurada en 2019, se destinaron 25 millones.
En 2017 el Plan Director de Infraestructuras del Puerto de Gandia pasó positivamente hace tres años el trámite de la declaración de impacto ambiental, lo que supone que todo el diseño que incluye podría desarrollarse, adoptando las medidas correctoras que se estimen oportunas. En aquel momento fuentes de la APV y del Ministerio de Fomento reconocieron, a preguntas de este periódico, que el diseño de la zona norte, la deportiva, «estaba muerta», algo que también interpretaron los ayuntamientos de la comarca.
Una atípica y desesperante tramitación administrativa
Hay ejemplos que avalan plenamente aquella expresión de que hay trámites administrativos que van de cajón en cajón y que se eternizan. Y el del Plan Director del Puerto de Gandia es uno de ellos.
El proyecto surgió en 2006, y desde entonces a ido apareciendo y desapareciendo, como los Ojos del Guadiana, en los boletines oficiales y en los despachos de las administraciones.
En esos quince años transcurridos ha habido tiempo incluso para aprobar leyes, especialmente las referidas a protección ambiental, que obligaron a hacer modificaciones y a somete el diseño planteado a nuevos trámites de exposición pública. Por eso aún está pendiente la resolución final que daría validez a un plan que ahora también se pretende modificar en el sentido de eliminar la ampliación de su zona norte.