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Una mujer ordena una percha en una tienda de ropa del centro de Gandia. | XIMO FERRI

Un estudio evidencia la brecha laboral para las mujeres en la Safor

Desde la media de las pensiones hasta el número de contratos indefinidos se decantan siempre a favor los hombres

La desigualdad entre mujeres y hombres no es un invento del movimiento feminista. La brecha se constata con datos y así lo recoge un estudio que ha llevado a cabo el sindicato UGT, donde se constata de forma clara que también en la cuestión laboral ellos ganan.

El documento dibuja con cifras las diferencias que existen entre los hombres y las mujeres, con un saldo claramente en contra de ellas. En todas las magnitudes analizadas salen perdiendo.

La media de las pensiones es casi 300 euros más baja, el paro se ceba con ellas y su tasa de empleo es menor. Estas son algunas de las conclusiones que se extraen del informe presentado ayer por el sindicato UGT, con el que denuncia «la desigualdad absoluta en el mercado laboral».

De entrada, el número de mujeres en el paro es un 16% superior. El número de demandantes es de 8.669 (58%), mientras que el de los hombres es de 6.279 (42%). Como consecuencia de esto, la tasa de paro entre las mujeres según la Encuesta de Población Activa (EPA) es del 17,46 %, 4,46 puntos por encima de la los hombres que se sitúa en el 13 % .

La tasa de actividad de las mujeres en la Safor se sitúa 6,79 puntos porcentuales por debajo de los hombres. Entre el colectivo femenino el porcentaje es del 70,07 %, mientras que la de los hombres es del 76,86 %.

Un dato demoledor en unos tiempos en los que se habla de la necesidad de mantener un trabajo estable es la alta temporalidad que sufren las mujeres. Así, casi el 70% de los contratos a tiempo parcial los firman ellas. Los contratos indefinidos realizados a mujeres durante todo el año 2020 representan el 36,55%.

El estudio realizado por el sindicato también constata el llamado techo de cristal al que se ven abocadas. Las mujeres que el año pasado fueron contratadas para ocupar cargos de gerencia fueron el 33%. En cifras absolutas significa que 78 hombres accedieron a puestos de trabajo de responsabilidad, mientras que las mujeres fueron la mitad, 26.

Tampoco salen bien paradas ellas en el número de contratos en general. Durante el año pasado se suscribieron 10.763 contrataciones más entre los hombres (35.473) que entre las mujeres (24.710), lo que supone una diferencia del 8%.

Por otra parte, la afiliación a la seguridad social de mujeres en el sector industrial únicamente representa el 31% del total.

A nivel económico, las mujeres también salen perdiendo. El importe medio de las pensiones es de 268 euros más bajo para el colectivo femenino que para el masculino. En concreto, de media, las mujeres cobran 806 euros, mientras que ellos alcanzan los 1.074. Tampoco favorece a las mujeres el índice de riesgo de pobreza, con casi dos puntos porcentuales más que los hombres mientras que la tasa de privación de material es de 2,3%.

UGT denunció que el objetivo de la igualdad entre mujeres y hombres «queda todavía muy lejos de la realidad actual y que, por el contrario, la desigualdad en perjuicio de las mujeres se impone desde cualquier perspectiva con que la que miremos el funcionamiento del mercado de trabajo». Además, la situación sanitaria ha agudizado lo que es un problema crónico del mercado laboral. «La pandemia ha evidenciado en mayor medida los desequilibrios y desigualdades de género entre mujeres y hombres y ha puesto de manifiesto importantes déficits de nuestro estado de bienestar y de protección social», insistió el sindicato

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