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morabito | FOTOGRAFÍA DE RAFA ANDRÉS

morabito

Marxuquera siempre ha sido uno de esos lugares que despierta cierto sortilegio. Fue ampliamente poblada durante el Paleolítico Superior y buena prueba de ello es la gran cantidad de cavidades que podemos encontrar en todo el arco montañoso que forma la sierra de la Falconera: gran eje que viene a morir al llamado Racó de Tomba. Allí tenemos, por ejemplo, la Cova de les Meravelles que junto con la del Parpalló son muestra fidedigna de la antigüedad de la presencia humana por estos lindes.

morabito

Cercano a esta Cova de les Meravelles tenemos un elemento singular llamado Morabito. Yo lo recuerdo desde pequeño, ya que muy próximo a él mi familia tiene una casa donde yo, siempre alma inquieta, en vez de reposar la comida en amenas tertulias vespertinas me dedicaba a investigar todo aquello que rodeaba a este enclave único. Gracias a estas pericias pude descubrir muchos lugares a los que, hoy en día, todavía recurro cuando anhelo un poco de paz. El morabito lo descubrí en una de esas excursiones y en aquel momento mucha importancia no le di, sinceramente.

morabito

Cubierto prácticamente en su totalidad por maleza y naranjales, era un cúmulo de piedra que tampoco dejaba mostrar su redondez característica al ojo curioso, y yo también, se debe decir, era demasiado niño para poder entrever qué podía ser aquello. Cercano a él grandes fincas abancaladas con la técnica de la piedra seca: elemento este escénico de nuestro paisaje mediterráneo e increíblemente prodigioso.

Volviendo al Morabito,ir ahora y verlo es toda una delicia. Su forma se intuye perfectamente una vez te adentras por el camino que discurre paralelo a la Falconera. Desde el Departamento de Patrimonio y Arqueología se ha hecho un gran trabajo para poder dar a conocer este elemento que podrá, en un próximo futuro, llegar a ser un centro de interpretación de un enclave tan único y especial como lo es Marxuquera: que irá desde su pasado vinculado a los yacimientos de la Cova de les Meravelles hasta la explotación que en los siglos XIX y XX se ha hecho de sus tierras, dedicadas en gran parte al cultivo.

El Morabito muy probablemente fue una nevasca, es decir, un lugar de almacenamiento de nieve. Tenemos un camino, no muy lejos del lugar, cuya nomenclatura es la Nevera. De todas formas, la inexistencia de un pozo hace caer esta teoría en pos de otras. La más popular y que más adeptos gana, al menos en la vecindad cercana al lugar, es la que dice que fue un lugar de retiro musulmán. A esos lugares se los conoce como morabitos y eran pequeñas construcciones donde solían refugiarse y entregarse al estudio del Corán diferentes anacoretas islámicos. Nuestro morabito, de todas formas, data del siglo XVII. A principios de esta centuria tuvo lugar la expulsión de los moriscos; último vestigio del arraigo musulmán en la península.

De este elemento se podría escribir ampliamente pero ya saben ustedes que el cometido del Caligrama es pincelar someramente aquellos elementos que, cercanos o no, de alguna manera nos sorprenden y despiertan nuestra inquietud.

Muy pronto podremos descubrir este curioso enclave y acercarnos así más a la riquísima historia local que nos rodea. El morabito se sumará a recursos patrimoniales ya consumados en Gandia, como lo es el Palau Ducal u otros que, parece ser, están empezando a vivir épocas de bonanza, como es el caso del castillo del Bairén.

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