Verano es sinónimo de calor, vacaciones, terrazas, relax y... picaduras. Los picotazos son quizá una de las molestias más recurrentes de estos días y conviene diferenciar qué insecto las ha causado para saber qué hacer al respecto. No son exclusivos de la época estival pero sí es la época del año en la que más se producen. Ni todos los insectos pican igual ni todos los cuerpos reaccionan de la misma forma ante la picadura.

Tipos de insectos: chupadores o picadores

Existen dos grandes grupos de insectos que producen este tipo de picaduras. En primer lugar, los venenosos o picadores. A este grupo pertenecen las avispas, las abejas, los abejorros, las hormigas, las arañas y los escorpiones. Estos insectos no se alimentan de sangre. Pican como mecanismo de defensa o por instinto.

Las abejas y las avispas forman parte de los conocidos como insectos picadores

Por su parte, los parásitos o chupadores, lo conforman los insectos que como los mosquitos, los tábanos, las pulgas, los chinches y las garrapatas necesitan alimentarse de sangre de sus víctimas para completar su ciclo vital.

Los mosquitos, pulga, chinches y garrapatas pican a sus huéspedes para alimentarse de sangre

Tipos de reacciones a las picaduras

Tras el picotazo inicial se produce la reacción local intensa. Es la más común de todas. Los expertos explican que la reacción local es siempre igual. El cuerpo reacciona ante la agresión produciendo hinchazón, picor y enrojecimiento.

La primera reacción del cuerpo es una inflamación local que produce picor, escozor y quemazón

Un segundo tipo de reacción ante cualquier picadura es la que experimenta cualquier personas realmente alérgica a la picadura del insecto en cuestión. Este tipo de reacción se caracteriza por ser más intensa y reviste un mayor riesgo que la reacción local.

Se da entre personas especialmente sensibles. La reacción inicial da paso a una reacción anafiláctica. El cuerpo reacciona de forma violenta y se produce una inflamación de la mucosa. Sus síntomas son muy variables apareciendo en los primeros 15 minutos e incluyen urticaria generalizada (ronchas), angioedema (inflamación de la cara y cuello afectando a las vías respiratorias) y dificultad para respirar, entre otros.

La reacción tóxica ocurre cuando la víctima recibe una gran cantidad de veneno como consecuencia de múltiples picaduras o bien por la localización de estas. Hay que tener especial cuidado con las picaduras en cabeza y cuello. De hecho, los expertos advierten que más de 40 picaduras de mosquitos o de avispas (en este caso menos) puede conllevar un riesgo importante para la salud.

Los insectos que más pican

El insecto que más picaduras produce es el mosquito. Aparecen sobre todo en verano y cuando más suelen picar es desde el comienzo del crepúsculo hasta el amanecer. Solo pican las hembras, que se alimentan succionando la sangre de sus víctimas, para lo cual atraviesa con su aparato succionador la piel e inocula una sustancia anticoagulante para poder "chupar" la sangre. Esta sustancia es la que ocasiona el conocido picor y la típica roncha y es también la causante de algunas reacciones alérgicas severas entre las personas que son especialmente sensibles a ella.

Picaduras de pulgas. Pican casi en hilera o grupos. La forma de la picadura es muy característica en forma de ronchas o pápulas. En este caso, y más allá de las molestias propias como el escozor o el picor, el problema que origina es más de índole sanitario por cuanto transmiten enfermedades con su picadura.

Picadura de chinches. Son picaduras grandes aisladas que a diferencia de los mosquitos o pulgas succionan de forma lenta hasta saciarse aumentando incluso varias veces su volumen tras lo cual se despegan permaneciendo en las ropas o prendas de su víctima para seguir picando.