Si la influencia de un arquitecto va unida a la capacidad de su obra para convertirse en un referente cultural que inspira no sólo al resto de compañeros sino también a un sinfín de creadores de otros campos, no hay duda de que el valenciano Santiago Calatrava, con o sin saberlo, va camino de convertirse en uno de los principales referentes del siglo. La última pica del valenciano es haber saltado al mundo de los videojuegos. Algunos de sus principales proyectos arquitectónicos han servido como base para desarrollar la ambientación y los escenarios de un nuevo videojuego hiperrealista que, literalmente, está arrasando entre los aficionados al conocido como género "shooter".

Además de la trama argumental propia de este tipo de juego -en la que el jugador asume el rol de uno de los personajes y recorre el juego pistola en mano disparando a los objetivos que le vienen en gana- la particularidad de Brink, una producción del estudio "Splash Damage" para las principales plataformas de juego, es la elección de Calatrava como referente para recrear parte de la ciudad futurista en la que se desarrolla el juego.

Cualquier jugador valenciano que decida sumergirse en esta propuesta de juego en primera persona se sentirá prácticamente como en casa mientras recorre, por ejemplo,las instalaciones del aeropuerto o la llamada torre de los fundadores. De no ser por la presencia de metralletas, robots , helicópteros de combate o los cócteles molotov que lanzan los miembros de la resistencia mientras saltan y hacen piruetas acrobáticas sobre parte los edificios, cualquiera podría pensar que estamos ante una visita virtual a alguno de los nuevos proyectos urbanísticos del arquitecto.

Las imágenes de juego de Brink -para las que sus creadores no han escatimado en esfuerzos para lograr el máximo detalle posible- no dejan lugar para la imaginación. La ciudad hiperfuturista es, sin duda alguna, una versión más o menos parecida de la ciudad de las Artes y la Ciencias de Valencia en la que se combinan otros edificios del arquitecto valenciano, como la Turning Torso de Malmö.

Los responsables del estudio de producción reconocen que la estética del juego exigían "ambientes que fueran una pasada" e insisten en que para reforzar la idea de ciudad del futuro optaron por la obra de Santiago Calatrava y su "arquitectura limpia y blanca, con el fin de mantener un estilo sobrio".

Ésta no es la primera ocasión en la que la Ciudad de las Artes y las Ciencias salta a la ficción. El año pasado, la productora encargada de la nueva versión de la seria "V, visitantes" coló la mayoría de los edificios del complejo valenciano en el escenario que ambiente el interior de la nave nodriza de los alienígenas.