La riqueza que se esconde en las Rías Baixas no tiene límites. Aunque esto sea vox pópuli, no impide que ciertas apariciones o hallazgos en sus aguas causen sorpresas mayúsculas. Esto mismo ocurría ayer cuando un barco que trabajaba con aparejos capturó de manera accidental un ejemplar de atún rojo de más de 300 kilos en Bueu.

Sin duda, la presencia de un atún rojo en el interior de las rías es algo excepcional, que sucede muy de vez en cuando. Y más aún que el ejemplar ronde los 300 kilos de peso.

No es, sin embargo, el primer gigante que se deja ver en las aguas de las Rías Baixas. En septiembre de 2017 el Bottlenose Dolphin Research Institute (BDRI) documentó el avistamiento de una ballena azul frente a la costa gallega. El insólito descubrimiento ocurrió a 11 millas de Ons, cuando en una exploración para recoger datos sobre el tránsito de delfines y otras especies frente al litoral de Galicia los observadores se toparon con una fantástica sorpresa: un gigante del mar de 24 metros de longitud. La propia entidad dio cuenta del sorprendente hallazgo en sus redes sociales, donde publicó varias fotos. 

Una ballena azul se pasea por la ría. BDRI

Las ballenas azules y las orcas ganan protagonismo cada año, de modo similar a lo que pasa con los delfines comunes que llegan a formar un ejército de varias decenas de ejemplares. Algo tan inusual como avistar un grupo de 150 delfines mulares (arroaces) nadando dentro de una ría sucedía en 2019.

Siguiendo con este recorrido de gigantes y extraños, en marzo de 2021 se detectó en la ría de Vigo, durante una inmersión organizada para la recogida de muestras de laminarias frente a la playa de Liméns (Cangas), una masa gelatinosa amorfa. Como ya contó FARO en su momento, se trataba de una medusa mayor incluso que la grabada en noviembre de 2020 en Punta Lagoa; una Rhizostoma octopus de casi un metro de diámetro.

Quizá menos exóticos pero igualmente llamativos fue el rodaballo de casi 14 kilos capturado en Ons, la raya de 29 kilos capturada en San Adrián de Cobres (Vilaboa) o los congrios de 31 y 22 kilos pescados en Cabo Silleiro (abril de 2017) y Panxón (junio de 2018), respectivamente.

Otros fenómenos de las costas gallegas

Hay que retroceder hasta octubre de 2016 para recordar la historia del calamar gigante que apareció en Bares. El ejemplar tenía una longitud de mando de 123 centímetros y un peso de 105 kilos. Fue hallado nadando el 7 de octubre de aquel año entre las embarcaciones fondeadas en las proximidades del muelle de la localidad, a unos 3 metros de profundidad. En aquel momento el hecho fue calificado de "insólito en el mundo que solo tiene un precedente en unas imágenes obtenidas en Japón" dos años antes.

Juan, Elías, Borja y Marcos con la raya de 30 kilos. FDV

También impresionó a un vecino de Vilaboa la aparición de un pez raya de 30 kilos en enero del 2019. "Me llevó mucho trabajo sacarla, sobre 20-30 minutos, hacía mucha fuerza y hasta que la cansé no lo conseguí", contaba a FARO Elías Rodríguez, un jubilado que se llevó una grata sorpresa por entonces. "Es la primera vez que pesco una raya tan grande, aunque hace tres semanas saqué una de 12 kilogramos y otra de 7, y nunca se me ha roto ni un solo hilo ni la vara", afirmaba a FARO muy ilusionado. 

Un monstruo de pez luna revienta la báscula. R.V.

Los pescadores no salían de su asombro, tampoco los biólogos que participaron en su liberación. Nunca antes habían visto un pez luna de tales dimensiones, un ejemplar de tamaño tan monstruoso que hasta la báscula se quedó corta

Apareció el 4 octubre de 2021 atrapado en una almadraba a 500 metros de la costa de Ceuta. A duras penas pudieron medir su longitud -desde boca a aleta caudal, 2,90 metros, y entre las aletas 3,20 m-, y el pesaje resultó toda una odisea. "El peso que se registró parcialmente fue de 1.000 Kg pero dio error". Una vez registrado, fue devuelto al mar.