M. J. Ros/P. Varea, Valencia

El presunto homicida pudo cometer el crimen por despecho después de que María Ángeles H. H., de 24 años, le comunicase su intención de poner fin a su noviazgo, «porque estaba cansada de mantenerlo», según la hermana de la fallecida. Fuentes cercanas al caso aseguraron que el arma empleada para cometer el crimen fue un cuchillo jamonero de grandes dimensiones -hallado junto al cadáver-, lo que indicaría que no fue un arrebato sino que hubo premeditación.

Esposado, cabizbajo y con la ropa manchada de sangre llegaba al mediodía de ayer a las dependencias policiales el supuesto autor del asesinato, tras ser detenido en un establecimiento comercial de la calle General Urrutia de la capital. Al parecer, Ahmed N., de origen paquistaní, estuvo deambulando por las calles de la ciudad desde que, supuestamente, cometiese el crimen, lo que ha facilitado la labor de los investigadores, explicaron las fuentes. «Salió de casa el sábado sobre las nueve de la mañana y no lo hemos vuelto a ver desde entonces», dijo unas de las personas que convivía con el supuesto asesino.

El trágico suceso tuvo lugar el pasado sábado cuando María Ángeles se trasladó desde el pueblo donde estaba veraneando, la localidad conquense de Garaballa, hasta Valencia para hacer compras con su hermana y acudir a una cita con su novio, con el objetivo de poner fin a la relación. «Ahmed siempre se había mostrado muy atento con mi hermana, por lo que cuando me dijo que había quedado con él para cortar nunca imaginé el fatal desenlace», relató la familiar de la fallecida.

La pareja se adentró en una zona desierta del barrio de San Marcelino, lo que es una muestra evidente de que «Gele -como la conocen sus allegados- no temía por su vida» y confiaba plenamente en este hombre. «Yo nunca pensé -añadió la hermana- que pudiese hacerle daño, pero al ver que no regresaba a casa empecé a temer lo peor». Unas horas después, el cuerpo sin vida de la joven, acuchillado, era descubierto en un descampado cercano al domicilio familiar. Todas las pistas recabadas por los investigadores apuntaban a su novio como autor del asesinato, por lo que no tardaron en arrestarlo.