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La Audiencia de Valencia ha absuelto a los dos guardias civiles acusados de torturar a un detenido en Alboraia a pesar de las grabaciones registradas en el coche patrulla que revelaron los malos tratos. Los magistrados han dado la razón al abogado de la defensa Juan Carlos Navarro que alegó que se había vulnerado el derecho fundamental al secreto de las comunicaciones. Navarro advirtió al tribunal de que el auto judicial que autorizó la instalación de un micrófono en el coche patrulla en una investigación contra los agentes por narcotráfico era inconstitucional porque no estableció un límite temporal para las grabaciones.

Los dos agentes se enfrentaban a una condena de dos años de prisión. En el caso también estaba imputado como cómplice un vigilante de seguridad para el que el fiscal pedía nueve meses y que también ha sido absuelto.

Los hechos ocurrieron el 26 de enero de 2008. El vigilante detuvo por un hurto a un joven cubano en un hipermercado de Alboraia y se lo entregó a los dos agentes para que lo trasladaran al cuartel. En el coche patrulla había un micrófono oculto porque uno de los guardias estaba siendo investigado por narcotráfico. El caso se descubrió cuando asuntos internos escuchó las grabaciones durante su investigación por el tráfico de drogas.

La sala escuchó parte de las grabaciones que recogen los supuestos malos tratos. Las cintas, como publicó textualmente Levante-EMV, reflejan cómo los acusados se burlan del detenido, le golpean y le dicen frases como: "Te voy a dar una paliza que vas a mear sangre". Sin embargo, la Audiencia considera que las grabaciones son inconstitucionales y no pueden ser tenidas en cuenta como prueba. Los magistrados precisan que el resto de indicios no prueban las supuestas torturas.