Los dos hermanos acusados de matar a tiros a un hombre en un desguace de Cheste en septiembre de 2008 y herir de gravedad a otro negaron ayer haber estado alguna vez en dicha chatarrería. El único de los tres acusados que sí reconoció haber estado presente el día de los hechos es precisamente la persona que se entregó voluntariamente once meses después del crimen, asegurando que únicamente presenció lo ocurrido pero que no llegó a participar. No obstante, Juan Antonio F. P. no reconoció a los otros dos imputados como las personas que lo llevaron aquel día al desguace de Cheste para comprar un motor para su vehículo, ya que se le había "gripado" en una viaje a Benidorm.

El Ministerio Fiscal solicita para cada uno de los tres acusados 21 años y medio de prisión. Doce años y medio de cárcel por el homicidio de José Peretó Devesa, de 73 años, y nueve años más por el intento de homicidio de Lucas S. A., quien recibió cinco disparos.

Los hechos ocurrieron el 20 de septiembre de 2008 cuando los hermanos José Antonio y Miguel M. B. acudieron al desguace situado en la carretera entre Cheste y Loriguilla, acompañados por Juan Antonio F. P. Una vez allí, tras preguntar por unas ruedas, sacaron una pistola y dispararon contra José Peretó Devesa, mientras el tercero de los acusados vigilaba el lugar, según el escrito de conclusiones provisionales de la fiscal.

"Me quedé en la puerta sorprendido de lo que estaba sucediendo", aseguró Juan Antonio F. P. en su declaración ante el Tribunal de Jurado. El acusado explicó que fue el padrastro de su exnovia quien le puso en contacto con dos personas para ir al desguace a por la pieza para el motor que se le había "gripado". "Yo no los conocía y no sabía lo que iban a hacer allí. Se liaron a tiros", relató. Respecto a por qué se entregó pasados once meses y no antes, el imputado alegó que tenía miedo de lo que le pudieran hacer.

Por su parte, uno de los hermanos, propietario de la furgoneta con la que supuestamente fueron a Cheste ese día, aseguró que denunció el robo del vehículo esa misma mañana. Tanto él como su hermano negaron los hechos y manifestaron que nunca habían estado en dicho desguace, aunque reconocieron haber trabajado en otro de Cheste para un familiar.